Mundial 2014: Mascherano y el triunfo del jefecito

La Voz REDACCIÓN

DEPORTES

«Hoy te convertís en héroe», le auguró a Romero antes de los penaltis

10 jul 2014 . Actualizado a las 22:36 h.

El Jefecito gobernó la semifinal Holanda-Argentina. Javier Mascherano se convirtió en el mejor jugador del partido en el que la Albiceleste logró el pase a la final de un Mundial 24 años después. Cuando el talento no aflora es el turno del trabajo. Y ahí, a Mascherano, no le gana nadie.

Tras una temporada en el eje de la zaga (fuera de su posición natural) en la que acabó cuestionado, como el resto del equipo, Javier Mascherano está asumiendo el liderazgo de su selección. El brazalete lo lleva Messi, pero el auténtico liderazgo lo ejerce Mascherano. En el partido de anoche, lo bordó. Al poco de arrancar asustó a sus compañeros y a Sabella con un violento choque con un rival tras el que quedó conmocionado sobre el césped. Haciendo gala de su compromiso, y aún medio mareado, regresó al terreno de juego de inmediato. Tan pronto como los árbitros se lo permitieron. Cortó balones, combatió por alto, a ras de suelo, apretó al árbitro y apoyó a sus compañeros en la presión sobre el rival. Incluso por momentos distribuyó el juego y se sumó al ataque, conduciendo balón con la cabeza alta. Además de completar un partido tácticamente fantástico, siempre dueño de los segundos balones, realizó un par de ayudas en defensa apagando dos diabluras de Robben que evitaron dos goles cantados, llevando el partido a los penaltis. Justo ahí, en ese momento en el que parecía que cedería protagonismo (no fue uno de los cinco seleccionados para patear), agarró por la solapa al Gato Romero para decirle con el corazón, mientras le miraba a los ojos: «Hoy te convertís en héroe». Mascherano besó en la mejilla a su portero y, bendecido, lo dejó marchar. Y así fue. Romero se convirtió en héroe. Atajó dos penaltis de la semifinal y Buenos Aires se lanzó al Obelisco para festejar.