Mundial 2014: Brasil y Holanda, condenados al partido del «desconsuelo»

La Voz / Agencias REDACCIÓN

DEPORTES

RICARDO MORAES

La selección holandesa no quiere alargar más de lo necesario la experiencia mundialista

12 jul 2014 . Actualizado a las 18:18 h.

Wl estadio Mané Garrincha de Brasilia registra el encuentro que todas las grandes selecciones que participan en el Mundial quieren evitar. Se trata del partido por el tercer y cuarto puesto, un dato que poco o nada importa a los aficionados y que retrasa el regreso a casa de dos equipos que todavía tienen en su cabeza la frustración de no haber alcanzado la ansiada final y la amargura de quedarse con la miel en los labios.

De hecho, este partido de consolación solo tiene éxito entre las selecciones más humildes, que conceden a una generación de futbolistas la oportunidad de llegar lo más lejos posible en un torneo de esta envergadura. No obstante, para dos selecciones potentes como Brasil y Holanda que aspiran a ganar el Mundial, el partido no es más que una molestia.

Ya lo decía Luis Aragonés antes de la final de la Eurocopa del 2008, que dio inicio al mejor ciclo del fútbol español en la historia, «del segundo clasificado no se acuerda nadie». Y hay que admitir que el Sabio de Hortaleza tenía razón, por lo que si del subcampeón solo se acuerdan en su país, ¿quién va a prestar atención a un partido intranscendente que se juega en las horas previas a la gran final?

«Ese partido nunca debería ser jugado, lo vengo diciendo desde hace quince años», afirmó el técnico holandés Louis Van Gaal tras perder su semifinal contra Argentina. Más crítico se mostró la estrella del combinado holandés, Arjen Robben que calificó el encuentro como un trámite inútil, «¿De qué sirve? ¿Para que un equipo que ha llegado a las semifinales se vaya a casa con dos derrotas y cara de tonto?»

Las duras palabras del atacante se entienden después de la decepción de un combinado que siempre ha comenzado los últimos mundiales con mucha fuerza para terminar eliminado a las puertas de la gloria. El propio Van Gaal afirmaba que antes de abandonar el Mundial de Brasil en la loteria de los penaltis «hubiese preferido perder 1-7 como Brasil», ya que de ese modo la derrota sería clara ante la superioridad del rival.

Brasil por su parte se encuentra en una situación mucho más delicada, su bochornosa derrota ante Alemania puede suponer una demsotivación todavía mayor para jugar un encuentro en el que con seguridad recibirán pitidos por parte de los escasos aficionados que acudan al encuentro. Tanto el entrenador como los jugadores han sido señalados por el público y la prensa como los culpables del «Mineirazo», y una derrota ante Holanda supondría otro jarro de agua fría para la inestabilidad emocional que sufre esta plantilla desde el inicio del torneo.

Scolari por su parte puede estar ante el último encuentro al frente de la «Canarinha», y aunque no ha querido hablar sobre su futuro, el entrenador más críticado de la historia de la selección brasileña quiere centrarse en este último encuentro antes de anunciar su futuro. «La vida sigue, y tenemos que apuntar a nuestra próxima meta, y nuestra próxima meta es ganar el partido por el tercer lugar», dijo el técnico brasileiro.

Aunque ganar no serviría tampoco de mucho, nada de lo que hagan mañana borrará la estrepitosa derrota de semifinales y tampoco calmará los ánimos de la torcida. A los aficionados de Brasil solo les servía la victoria después de la polémica generada por la organización del Mundial en su país, y poco o nada les importa conseguir un puesto que solo se valorará en la estadística y que no aportará una nueva estrella a la pentacampeona del mundo.

Lo harán lo mejor posible

Mermados física y mentalmente, sin la motivación extra que proporciona jugar una final, las dos selecciones están obligadas a jugar mañana a las 17:00 de la tarde su último partido de la Copa del Mundo, por lo que afrontaran la cita de la manera más profesional.

El seleccionador oranje no quiso hablar de Brasil, pero comentó que su once inicial está aún por decidir y que, de hecho, tampoco les ha dicho nada todavía a sus pupilos a fin de que todos estén «centrados en el rival». Apuntó también que el once inicial dependerá «del estado de forma» de los jugadores.

Preguntado por la decepcionante actuación del capitán del equipo, Robin Van Persie, a lo largo del torneo, Van Gaal rompió una lanza en favor de su jugador y recordó que «dos meses antes de unirse al grupo estaba lesionado».

El jugador Dirk Kuyt, que acompañó a Van Gaal durante la rueda de prensa, también defendió a la estrella holandesa: «Esta ha sido la mejor selección en la que he jugado y Van Persie era el líder, era el capitán».

Cuestionado sobre el estado anímico del equipo, Kuyt declaró que todos están «afectados» y que, aun hoy, se sienten «incómodos» con su participación en el Mundial.

Alineaciones posibles

BRASIL:Julio César, Dani Alves, David Luiz, Thiago Silva, Marcelo, Luiz Gustavo, Fernandinho, Oscar, Willian o Ramires, Hulk y Bernard o Fred

HOLANDA:Cillessen, Kuyt, De Vrij, Vlaar, Janmaat, Daley Blind, Wijnaldum, Sneijder, Clasie, Arjen Robben y Huntelaar o Van Persie