El viaje de Alejandra Simón desde la arena al «green»

a. Bruquetas REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Aterriza en el golf como fisio y preparadora física de Carlota Ciganda

17 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

A mediados del noviembre pasado Alejandra Simón (Vigo, 1985), durante años uno de los rostros más conocidos del vóley playa español, recibió una llamada. Carlota Ciganda, una de las mejores jugadoras del golf del mundo y amiga suya le pedía que la acompañase como fisioterapeuta y preparadora física en el torneo de Florida que cerraba la temporada en el Circuito Americano Femenino de la LPGA. «Ella llevaba tiempo considerando la posibilidad de que una persona de este perfil viajase a su lado a lo largo de todo el año. Es una cosa que se está popularizando en el circuito», comenta Simón, quien agrega: «Y me lo comentó, pero sin ningún compromiso, porque tenía dudas, porque al final es un gasto importante y no sabía si le sacaría partido».

Durante aquellos días en el Tiburon Golf Club de Naples, Carlota Ciganda sacó a relucir su mejor golf. Quedó segunda, a un palmo del triunfo, y solo cedió en el desempate frente a Lydia Ko. «Sabía que ese resultado iba a ser el catalizador para que esta temporada empezásemos a trabajar juntas». Pocas semanas más tarde la golfista navarra le planteó el proyecto de hacer aproximadamente 15 pruebas del circuito internacional.

«Tenemos muy buena sintonía. Nos conocimos en los Juegos del Mediterráneo del 2009. Nos venían a ver jugar [Cristina Hopf era la pareja de la gallega en aquella competición] y acabamos, como ella, ganando el oro. Desde aquella se fraguó una gran amistad. Es una de las mejores personas que conozco y cero que le puedo ayudar mucho porque además sé lo que significa vivir por dentro la competición», recalca Alejandra Simón.

«Que el golf no es el deporte más físico que hay en el mundo, es una obviedad. Pero es importante tener una preparación correcta para que la cabeza funcione al cien por cien», destaca. «Porque en el tema de la concentración me quedé asombrada de lo exigente que es participar en un torneo así. No te puedes permitir ni un momento de relajación en horas y horas sobre la hierba. Cualquier mínimo detalle que se desajuste provoca un error que puede costar caro», analiza. «En el caso de Carlota, que es una de las jugadoras más potentes del circuito, es importante trabajar los abdominales y glúteos, ya que le benefician a la hora de controlar los golpes», descubre.

Mientras trabaja en Madrid, espera impaciente la próxima hoja del calendario que le recuerde que le toca acercarse al green.

«Al vóley profesional no volveré a jugar, ya lo intenté con toda mi alma»

De lo que está convencida la deportista viguesa es de que no retomará su carrera profesional en el vóley. «Disputé algunos encuentros con el Secreto Galaico Xuvenil de Teis en la Superliga 2, los que quedaban cerca de Madrid -donde actualmente trabaja y reside- y que no me exigían un desplazamiento largo, pero al vóley profesional no volveré a jugar, lo intenté con toda mi alma y eso me deja la conciencia tranquila», dice Alejandra Simón, quien también agrega: «Eso sí, el vóley siempre será mi deporte, con el que me gusta jugar con mis amigas». «Desde que lo decidí -indica- me centré en acabar mis estudios de fisioterapia y en realizar diferentes cursos formativos, entre ellos, uno de coaching -una disciplina que se centra en la motivación de las personas-, que también me puede aportar conocimientos en mi trabajo con Carlota». Atrás deja una prolífica carrera en la que llegó a figurar entre las primeras posiciones del ránking nacional y europeo sub-23, disputó la Liga Mundial y se coronó en Pescara, durante los Juegos del Mediterráneo. Aquel 2009, sin embargo, fue uno de sus años más amargos, porque jugó la mayor parte del año con un hombro lesionado que le obligó a pasar por el quirófano en diciembre. Apretó para estar en los Juegos de Londres, pero finalmente no lo logró.