El desafío sin límites de Villar

Francisco Pastor REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Xoan Rey | Efe

Su plantón a Wert y Tebas muestra una escalada en la presión al Gobierno para que no tenga que devolver ocho millones y consiga una mayor tajada en el nuevo reparto de derechos de televisión

29 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La ausencia del presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, en la reunión que tenía como objetivo terminar de perfilar todos los aspectos del Real Decreto que debe regular la venta conjunta de los derechos de televisión que genera la Liga ha hecho mella en algunos de los apoyos con los que contaba Villar entre los dirigentes de clubes, que quieren que esta problemática se resuelva cuanto antes para asegurar los cuantiosos ingresos que los equipos perciben por este concepto. Para algunos, el máximo responsable del deporte rey en España se ha excedido en su pulso con el presidente de la Liga, Javier Tebas, y al presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Miguel Cardenal, y le puede perjudicar en su ya eterno -lleva más de dos décadas en el cargo- control de la federación.

¿Por qué no acudió Ángel María Villar a la reunión?

En esta guerra de poder que lleva tiempo librando Villar contra Tebas y Cardenal, al presidente de la federación española estos últimos ya no le parecen interlocutores válidos. Como no se han plegado a sus pretensiones, quiere presionar para puentear incluso al ministro de Deporte, José Ignacio Wert, la máxima autoridad en la cita y que había respaldado públicamente al presidente del CSD en su campaña para comprobar el destino de los fondos públicos que se remiten a los diferentes organismos del deporte. En esas auditorías se descubrió que la federación de fútbol no había justificado convenientemente el gasto de ocho millones de euros que se debían haber dirigido a la creación de nuevos campos. Por eso se ha iniciado un expediente de reintegro por este cantidad. Una circunstancia que incomodó a Villar y que quiere utilizar como moneda de cambio en la negociación de los derechos. Esta es una de las principales causas para que el presidente de la federación española presione de tal forma y protagonice estos desplantes.

Quiere que el tema cobre la suficiente dimensión como para que se vea como un asunto de Estado y sea el propio Mariano Rajoy quien trate el caso. Intuye que al presidente del Gobierno no le apetecerá tener un lío de esta magnitud en período electoral y que será más fácil de convencer. La postura oficial de la federación, expresada a través de un comunicado, es que en esa reunión solo se iba a tratar el tema de los derechos y Villar quería abordar otros asuntos de actualidad en el fútbol español.

¿Cuál es la posición del presidente de la federación con respecto al decreto de los derechos de televisión?

En primer lugar, busca elevar el porcentaje de ingresos que irían a parar a las arcas de la federación. En los primeros borradores, tanto Tebas como Cardenal hablaron de un 2% de los cerca de 1.100 millones de euros que podría reportar el contrato de venta conjunta a un operador internacional. Y también que se frene el expediente de reintegro de los ocho millones de euros, cuyo reembolso le provocaría un daño notable a las cuentas de la federación. Hasta el momento, Miguel Cardenal se ha mostrado totalmente inflexible.

¿Esta tensión se puede volver en su contra?

Los clubes ahora mismo se encuentran en un fuego cruzado entre el poder de la federación española, que controla los arbitrajes, y el de la Liga, que es la encargada de la gestión de parte de los derechos de televisión y puede acelerar o retrasar pagos y que también ejercer un férreo control económico. Pero los equipos, sobre todo los más modestos -ya que este nuevo reparto sería más equitativo-, necesitan una solución urgente. Deben asegurar el incremento de ingresos para garantizar su viabilidad.

¿Funcionará el órdago de Javier Tebas?

Tebas habló de que la Liga tenía que salir de la federación tras este plantón de Villar, pero es algo improbable, ya que necesitaría unanimidad. Sin embargo, lo que sí puede ocurrir es que el Gobierno paralice el Real Decreto hasta que se pongan de acuerdo, lo que perjudicaría a todas las partes.