El decreto deja a Villar en una esquina

Antón Bruquetas REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Alberto Morante

La nueva norma favorece al fútbol aficionado, pero el papel del presidente será casi irrelevante

02 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Movilizó a las federaciones territoriales afines para paralizar el fútbol aficionado en un gesto que perseguía transmitir poder, se ausentó de reuniones cruciales e incluso pidió el relevo de sus interlocutores, el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, y del presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Miguel Cardenal y le negó de forma reiterada al presidente de la Liga, Javier Tebas, reuniones para tratar el asunto. El máximo responsable de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Ángel María Villar, pretendía abordar directamente el tema con Mariano Rajoy, porque hasta la fecha había conseguido hacer tambalear a todos los Gobiernos que se atrevieron a hacerle frente, a cuestionar que la federación, pese a ser una organización privada, debe, tal y como también señaló hace pocos días la Unión Europea, respetar las normas de buen gobierno y hacer sus cuentas transparentes, máxime cuando recibe dinero público.

Sin embargo, esta semana, Villar recibió un portazo en toda regla. La aprobación del decreto para la comercialización de los derechos audiovisuales en el fútbol profesional lo ha relegado a un papel secundario. Con la norma, su poder se diluye de forma sustancial.

La titularidad

Los clubes y la Liga

Era una de las principales reivindicaciones de Villar. Quería que los derechos reposasen en la federación. Para esta reclamación, se ampararía en un artículo del reglamento FIFA que contemplaría que las competiciones celebradas bajo su paraguas deberían cumplir esa norma. Fuentes consultadas por La Voz indican que ligas como la italiana tienen una normativa en la venta de los derechos similar a la que acaba de aprobar el Gobierno español y que deja la titularidad de los derechos «a los clubes o entidades participantes en la correspondiente competición». Aunque a estos les obliga a cederlos a la Liga en los casos de la Primera y Segunda División y a la federación, con respecto a la Copa del Rey y la Supercopa.

Es decir, Villar se queda con la titularidad de dos competiciones menores. La gestión del gran contrato corresponde al órgano que dirige Javier Tebas.

Criterios del reparto

Sin noticias de la federación

En el punto 5 del decreto, donde se abordan los criterios del reparto de la venta conjunto de los derechos audiovisuales generados por el fútbol, de esos entre 1.000 y 1.100 millones que espera recaudar Tebas por este concepto, también se excluye a la federación -lo cual, por otra parte, parece lógico si no figura como titular de los derechos. «Los criterios a aplicar para la distribución prevista [...] deberán ser aprobados por los órganos de gobierno de cada categoría, por una mayoría cualificada de dos tercios de los votos[...]. Si en la reunión convocada al efecto ninguna propuesta consiguiera esa mayoría después de tres votaciones, se mantendrán los criterios del anterior período, Si no existieran, los criterios de reparto serán decididos por el Consejo Superior de Deportes», reza el texto que ayer fue publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Porcentaje y supervision

Cada euro, con lupa

Villar aspiraba a que la federación española recibiese aproximadamente el 3% del total del nuevo contrato. Pero el texto solo le reserva un 1% y con unos límites para disponer de él muy marcados. Este dinero deberá orientarse hacia el fútbol aficionado, pero será el Gobierno quien fije «reglamentariamente las finalidades y los criterios de reparto de esta cantidad entre las federaciones de ámbito territorial, en función del número de licencias». Este tipo de ayudas le había servido en el pasado a Villar para premiar a las territoriales que le eran más afines, con lo que se garantizaba esos votos para perpetuarse en el poder.

Tampoco le debe gustar al mandatario comprobar que el decreto deja en manos del CSD la distribución de un 0,5% para el fútbol femenino, los equipos de Segunda B y los sindicatos de futbolistas, árbitros y entrenadores, entre otros.

El control de la gestión

Villar, con voz pero sin voto

Pero, sin duda, uno de los golpes más duros para el presidente de la federación fue comprobar que su figura es irrelevante el órgano de control de la gestión de los derechos, un ente que, como principales tareas, se encargará, según lo dispuesto en el decreto, de explotar y administrar el nuevo contrato, con la proposición a los órganos de gobierno de Primera y Segunda de los criterios del reparto.

En este sentido, el órgano de control estará formado por el Real Madrid y el Barcelona, otros dos clubes de Primera División, uno de Segunda y el presidente de la Liga, que tendrá voto dirimente en caso de que haya un empate a la hora de tomar una decisión. La federación podrá asistir a la reuniones, pero sin sufragio.

La reacción

¿Denuncia ante la FIFA?

Quienes lo conocen aseguran que Villar no se va a quedar parado, que tratará de reaccionar ante este ninguneo. De hecho, ya amagó antes de que se aprobase el decreto con denunciar a España ante la FIFA por injerencias gubernamentales.