El banquillo madridista extenderá un idilio más que exitoso para ambas partes
24 dic 2015 . Actualizado a las 04:00 h.El Real Madrid de baloncesto, al contrario de lo que ocurre en su sección de fútbol, parece haber hallado un equilibrio idóneo para forjar liderazgo en la figura de su entrenador. Con la ampliación de contrato de Pablo Laso, confirmada ayer por el club y efectiva hasta el 30 de junio del 2018, el banquillo madridista extenderá un idilio más que exitoso para ambas partes.
Laso, de 48 años, cogió las riendas del equipo blanco el 21 de junio del 2011, menos de un lustro en el que ha conseguido devolver al Madrid ese aura de equipo temible y que ya lucía antaño. Desde su llegada, ha aumentado con 10 trofeos las vitrinas de un club acostumbrado a exigir resultados positivos temporada sí y temporada también.
Una gran empresa deportiva requiere grandes dividendos deportivos, así que el Real Madrid los demanda cada año. Desde luego, este 2015 los directivos no pueden quejarse a tenor de los cinco títulos conquistados por los Laso Boys. Y es que tras ganar la Copa del Rey, la Liga ACB, la Euroliga y la Copa Intercontinental, además de la Supercopa ACB a finales de 2014, el técnico vasco ha firmado con sus jugadores una gran racha al disputar 14 de 17 finales posibles.
Bajo la dirección de Laso, los blancos han ganado en una Euroliga (2014-15), dos Ligas (2012-13, 2014-15), tres Copas (2011-12, 2013-14, 2014-15), tres Supercopas (2012-13, 2013-14, 2014-15) y la citada Copa Intercontinental (2015). Se trata de un palmarés, y más teniendo en cuenta que no era la primera opción cuando se le fichó para un banquillo donde los nombres de otros entrenadores como Pedro Ferrándiz o Lolo Sainz se escribían con letras de oro, y ganadas a pulso.
Venciendo al Olympiacos griego (78-59) en la última final de Euroliga, el técnico alavés se convirtió en el quinto en conquistar el máximo título europeo con el Madrid tras el pionero Joaquín Hernández, Ferrándiz, Sainz y Zeljko Obradovic. Era la piedra que le faltaba en un proyecto con bastantes dudas desde su inicio y con un punto de inflexión en verano de 2014, cuando estuvo cerca de ser despedido pero el director deportivo Alberto Herreros -su gran amigo y valedor- zanjó especulaciones y ratificó a Laso.