El Calderón dictará sentencia después de que Suárez y Neymar rescatasen a su equipo tras el descanso
06 abr 2016 . Actualizado a las 12:04 h.Hubo un momento del partido de anoche en que el Barça creyó en zanjar el pase a semifinales. Sucedió cuando metió en su área a un Atlético en inferioridad e incapaz de sacudirse la avalancha de ocasiones local. Pero el Atlético se rehízo y sin tirar a portería alcanzó la orilla de un partido de vuelta con todo por discutir.
Protagonista
La cita de Torres con su víctima favorita
El delantero del Atlético, que le había marcado al Barça diez goles en dieciséis enfrentamientos, dinamitó el Camp Nou en el segundo disparo rojiblanco. Con el canterano como jugador más adelantado, su equipo nunca cejó en el empeño de poner mil y una piedras en el camino azulgrana hacia Oblak. Ni siquiera cuando fue expulsado los de Simeone cambiaron el plan. Esta vez fue Carrasco, quien había comenzado por la izquierda, el que se adelantó y Griezmann quien se retrasó al mediocampo.
Tres delanteros
Presión al Barcelona en campo propio
Fiel a su costumbre de hallar la peor versión del rival que tiene enfrente, el Atlético eligió un planteamiento bien diferente al del Madrid en el clásico. Sorprendió en la alineación cuando se guardó su esquema de cuatro centrocampistas (Augusto comenzó en el banquillo) y dio entrada desde el primer minuto al velocísimo Carrasco junto a Torres y Griezmann, como si de la BBC o la MSN se tratase. Pero los tres, acompañados en bloque por todos sus compañeros, se aplicaron a apretar al Barça en su propio campo.
Reacción
Los laterales, Neymar y Suárez revitalizaron a los locales
El tridente azulgrana se pasó desactivado todo el primer período. Messi falló una volea desde el interior del área que parecía dibujada para abrir el marcador, mientras Suárez apenas entró en juego y Neymar se descentró en cuitas con buena parte de la defensa contraria. Con Rakitic vigiladísimo por Koke, tan solo las contadísimas entradas por banda de los laterales generaron el peligro suficiente durante la primera parte. Solo cuando el uruguayo y el brasileño aparecieron, espoleados por unos revitalizados Alves y Alba, el Barcelona remontó con dos goles y hasta pugnó por poner un pie en semifinales.
Sin ritmo
Remontada, pero sin poner la guinda del pase
Pero la búsqueda del tercer gol no resultó cómoda para los azulgrana. Asediado y sin balón en la primera media hora del segundo período, el Atlético se esforzó luego por cortar el ritmo de partido y no le quedaba otra que (pese al cansancio y la inferioridad) recorrer los muchísimos metros que le separaban de la meta de Ter Stegen, un espectador más. Encontró la energía suplementaria que le aportaron Thomas y Augusto, mientras embarulló el juego y provocó la precipitación de un Barça que sentía cómo se le escapaba entre los dedos la oportunidad de sentenciar.