El Compos sufrió la magia de Ronaldo

Ignacio Javier Calvo Ríos
NASO CALVO SANTIAGO / LA VOZ

DEPORTES

XOAN A. SOLER

Veinte años de uno de los goles más relevantes de la Liga

31 may 2016 . Actualizado a las 08:28 h.

El paso del Compostela por Primera División fue breve, demasiado breve tal vez, pero intenso y muy emocionante. La llegada del conjunto santiagués a la liga de la estrellas fue un bombazo, una sorpresa monumental para el deporte rey y para los aficionados de toda España. Santiago se transformó en las cuatro campañas en las que el conjunto blanquiazul se peleó con los mejores en el estadio de San Lázaro.

La rivalidad en Galicia ya no era cosas de dos. El Compos se subió al tren en el que Deportivo y Celta llevaban solos muchos lustros. Santiago se vistió de blanquiazul y el conjunto que presidía José María Caneda y entrenaron Fernando Castro Santos y Fernando Vázquez empezó a tener protagonismo en Galicia. El Compos, en su etapa con los grandes, fue un equipo que se ganó muchas simpatías entre los hinchas españoles.

La Voz

Fueron años de gloria, de buen fútbol y de infinidad de anécdotas. Cuatro temporadas con buenos y malos momentos, aunque el peor de todos fue la caída a la división de plata en aquella promoción maldita frente al Villarreal, en la que al Compos le abandonó la suerte. Muchos recuerdos que todavía hoy se mantienen vivos en la memoria de jugadores, periodistas y aficionados, como el extraordinario gol que firmó el brasileño Ronaldo en el estadio de San Lázaro hace casi veinte años. La magia del delantero del Barcelona deslumbró a todos los que allí estaban, sobre todo a los defensas del conjunto santiagués. Ronaldo regateó a medio Compostela y batió con un disparo seco al veterano meta andaluz Fernando Peralta.

El Compos perdió por 1-5 y a los veinticuatro segundos, con un gol en propia meta del central William, el Barça ya marcó las diferencias. A la media hora de juego, el conjunto catalán sentenció con su tercer tanto, obra de Ronaldo, el rey del fútbol por aquel entonces. La crónica de aquel día en La Voz de Galicia habla de una acción de velocidad, regate, fuerza, rapidez, maestría, talento e imaginación.

El defensa central Javier Bellido (Bilbao, 1966) y el lateral izquierdo Nacho (Foz, 1967) fueron dos de los protagonistas de aquel encuentro de San Lázaro frente al potente equipo blaugrana. El zaguero vasco recuerda que ese tipo de jugadas se podían dar cuando enfrente tenías a uno de los grandes como el Madrid o el Barcelona, «aunque no siempre acababan en gol o eran tan brillantes» como la de Ronaldo. Cuando un rival de estas características robaba un balón en una zona de conflicto, «en dos o tres combinaciones» se plantaba ante el portero.

Bellido recuerda que «Ronaldo era joven y con mucha capacidad, tenía una potencia descomunal, empezó a desbordar contrarios y no sabíamos por donde iba a salir. Tenía una gran técnica para el regate y mucha velocidad, y así nos sorprendió». A Nacho casi le tocó vivir aquella situación como espectador, pues se produjo a mucha distancia de su posición. «Nunca pensei que vinte anos despois fósemos recordados pola xogada e o gol de Ronaldo», se ríe el gallego que durante tantas temporadas recorrió la banda izquierda de San Lázaro.

Sobre la acción del atacante brasileño, el de Foz recuerda que «foi unha xogada onde demostrou a súa grande calidade individual, física e técnica, que acabou en gol tamén porque o Compostela defendía en campo contrario e era un equipo bastante ofensivo á hora de defender». De todos modos, al ver el gol por televisión entiende que «é posible que se poideran facer máis cousas na xogada, parala antes, pero a meirande parte dos goles son por erros dos rivais».

Bellido, en una rápida mirada al pasado, señala que en la misma temporada le hizo al Valencia un gol «muy parecido» porque era un jugador «imparable». Coincide con Nacho: «Tras verlo por la tele todos tenemos la sensación de que se podía haber hecho más, pero era el Barça y en ese equipo no solo atacaba él, había otros jugadores a los que había que marcar y vigilar, que no se podían dejar solos», subraya el bilbaíno. Insiste en que «cuando quieres reaccionar ya no te da tiempo, pero como sucede en cualquier jugada o en cualquier partido de cada semana».