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04 jul 2016 . Actualizado a las 19:48 h.El Gran Fondo Ézaro 2016 alcanzó en su segunda edición la mayoría de edad, al participar ayer 1.200 ciclistas en una prueba por carretera, que supuso un éxito sin precedentes en la Costa da Morte. Esta prueba, de carácter nacional, demostró su consolidación con la respuesta de los aficionados y del público que se apostó en las márgenes de las localidades por las que transcurrió la prueba.
La organización, que lidera Ezequiel Mosquera, decidió apostar por un nuevo formato y la respuesta fue impresionante, ya que nunca se había visto tal cantidad de ciclistas de todas las edades al pie de la cascada. El alcalde de Dumbría, José Manuel Pequeño, fue el maestro de ceremonias, al cortar la cita que daba inicio a la prueba. Con el regidor estaban varios representantes de entidades patrocinadoras. Al frente del pelotón se dejaban ver los exprofesionales Joseba Beloki, Ángel Casero, Óscar Pereiro o incluso el triatleta Iván Raña, entre otros. La gran ausencia fue la del italiano Gianni Bugno. Un imprevisto de última hora hizo imposible que se pudiese trasladar desde Italia.
Desde primeras horas la zona de la cascada del O Ézaro era un hervidero continuo de ciclistas, que se acentuó aún más al aproximarse las nueve de la mañana, hora de la salida. Hubo tal número de deportistas, que muchos tuvieron que salir de la zona de la cascada para poder emprender la marcha el pelotón. El sol acompañó a los ciclistas, así como un viento racheado que hizo todavía más dura la marcha de 138 kilómetros. Aunque había otra alternativa de 99.
Los primeros treinta kilómetros se realizaron con velocidad controlada. Tras el avituallamiento en Muxía, el ritmo fue libre hasta la meta. Antes de llegar a la subida al mirador, los participantes tuvieron que escalar el alto das Paxareiras, por el acceso de Abelleira -la novedad en esta edición- y se hizo dura, principalmente, en su parte final.
La última parte, la subida al Mirador era lo que todos los ciclistas aficionados estaba deseando afrontar. La dureza del tramo de 200 metros de cemento, con rampas del 29 por ciento, hicieron retorcerse a todos. Muchos pusieron pie en tierra y otros lograron solventarlo, no si gran esfuerzo y con los aplausos de los aficionados que allí se congregaron a lo largo de la llegada.
El santiagués Francisco Javier Iglesias, el primero en alcanzar la cima
El santiagués Francisco Javier Iglesias fue el primero en cruzar la línea de meta en el Mirador de O Ézaro. El vencedor invirtió un tiempo total de 4 horas, 53 minutos y 15 segundos en realizar los 138 kilómetros, aunque fue de 3:20:15 en el tramo libre.
La segunda posición fue Gustavo César Veloso, a 2:58, y el siguiente en subir al podio fue Daniel Parada, a 3:35 del vencedor.
Los tres protagonistas fueron los que emplearon menos tiempo en la subida al mirador. De esta forma, el mejor fue Gustavo César Veloso, con nueve minutos y 15 segundos en los escasos dos kilómetros. En segunda posición correspondió a Francisco Javier Iglesias, a 51 segundos, y como tercero correspondió a Parada, a un minuto del vencedor.
Al final de la prueba se celebró la comida y la entrega de premios. El ciclista más lejano fue de Adeje: Marco Antonio Roibas. El club de más lejos, Secai de Oporto. El club con más participantes, el Dumbría , y el participante de más edad, José Antonio Teijeiro, con 71 años, y en mujeres Marta Mª Diéguez. Los más jóvenes correspondieron a Brais Rodríguez y Helena Fernández.