
El equipo llega al último examen sin el cartel de favorito y con la misma ilusión que en la final del 2004
08 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Portugal vuelve a una final europea doce años después. En 2004 ofició como anfitrión y cayó, contra pronóstico, ante Grecia. Esta vez se ha plantado en el choque decisivo sin arrollar ni enamorar, exprimiendo el pragmatismo, como los estudiantes que van superando exámenes con un 5.
El seleccionador, Fernando Santos, ha movido mucho el once. De hecho, solo el portero Rui Patricio y los delanteros Ronaldo y Nani han sido titulares en los seis partidos. Pepe, otro de los fijos, se ha perdido el último duelo por lesión. Y los problemas físicos han mermado a André Gomes y Guerreiro. Pero Cedric le ha ganado la partida a Vieirinha en el lateral derecho y Renato a Moutinho en la línea media. William y Danilo se están repartiendo los minutos del medio centro de contención. Adrien Silva y Eliseu han suplido con buena nota a André Gomes y Guerreiro. Quaresma siempre está al quite.
Por haches o por bes, Fernando Santos sigue sin un once tipo y sin un fútbol convincente. Pero, como en el 2004, las banderas y los ánimos desbordan en Portugal. Esta vez el equipo llega al último examen sin cartel de favorito, con igual ilusión. O más.