
El Rápido, que partía con el objetivo de la permanencia, se construyó alrededor de la figura de su entrenador, Patxi Salinas
15 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Pensar en disputar el play-off era una utopía a principios de temporada, pero todavía lo era más soñar con acabar segundos tras comandar la Liga durante muchas semanas. Pero eso es precisamente lo que ha logrado el Rápido de Bouzas. Ser la revelación de una Tercera División en la que hasta el último momento tuvo algo en juego.
El Rápido, que partía con el objetivo de la permanencia, se construyó alrededor de la figura de su entrenador, Patxi Salinas. La plantilla compró todo el discurso del aguerrido central y lo trasladó a la categoría. Los de Bouzas partían de una defensa pétrea que concluyó como la menos goleada de la categoría -solo encajó 24 tantos- para lanzar luego un ataque vertical y potente capaz de ganar 20 partidos. Los vigueses finalizaron la campaña regular como el equipo con menos derrotas del grupo -solo seis- y empataron doce contiendas. Todo, para alcanzar la cifra de 72 puntos que les permite ser segundos e incluso clasificarse para la Copa del Rey, el premio conquistado ayer.
Los de Salinas, que ven el play-off como un premio a su gran temporada y sin presión alguna, conocerán esta tarde a su rival, un cuarto clasificado. «Pese a la acumulación de partidos, creo que llegamos bien. Tanto a nivel físico como mental. No tengo ningún miedo a eso, creo que llegamos como motos», avisaba hace unos días el técnico vasco. Van a disfrutar y a competir.