
Instruye la causa que ha llevado a Ángel María Villar, a su hijo Gorka y a Juan Padrón a prisión provisional
01 ago 2017 . Actualizado a las 13:49 h.Santiago Pedraz (Salamanca, 1958) es uno de los jueces más conocidos de la Audiencia Nacional. Está de plena actualidad al hacerse cargo del sumario de la operación Soule, que investiga supuestas irregularidades en la gestión de la Federación Española de Fútbol durante el mandato de Ángel María Villar. Ha decretado prisión bajo fianza al mandatario vizcaíno, que ha sido suspendido de su cargo de presidente por varios delitos, entre ellos, administración desleal, apropiación indebida y/o estafa, falsedad documental y corrupción entre particulares. Limitado por el secreto de sumario, se dispensa por no poder abordar todos los asuntos en profundidad.
-¿Cómo se inicia la instrucción de un proceso judicial de este calado? ¿Cómo le llega a usted este caso?
-En el caso que nos ocupa, la operación Soule, al tratarse de un tema de corrupción, entra por la propia Fiscalía Anticorrupción. Por lo general, cuando la misma tiene conocimiento de un posible delito, tras practicar una serie de diligencias de investigación, una vez que considere que existen indicios formula la pertinente denuncia o querella. Si entiende, como en este caso, que es competencia de la Audiencia Nacional, la presenta ante el Decanato de los Juzgados Centrales, del cual soy el decano desde hace casi nueve años. Mediante un reparto informático aleatorio se reparte entre los seis juzgados.
-Usted ha llevado diferentes sumarios con una relevante proyección pública. ¿Cuál es su primera reacción al recibir un caso así?
-Se trata de un caso que, sobre todo viniendo de Anticorrupción, en un principio preocupa por la magnitud de hechos, personas, documentación y diligencias a practicar (máxime si han de afectar a derechos fundamentales: observaciones telefónicas, entradas y registros, bloqueos de cuentas, embargos.); así que piensas, ¡vaya con la que me ha caído! En lo que refiere al caso, tengo que ser sincero y decir que de fútbol se poco o nada. Tuve que preguntar a compañeros de forma distendida quiénes eran los implicados en el caso. Tras ello pensé, esto va a ser mediático. No me gusta, ya no solo porque vaya a aparecer mi nombre; sino porque supone un sobreesfuerzo. Cada resolución requiere una mayor explicación, porque el ciudadano tiene derecho a saber y el lenguaje jurídico no llega a todos.
-¿Cuándo puede un juez valerse de unas escuchas telefónicas durante un proceso?
-En el 2015 se modificó la ley de enjuiciamiento criminal. Antes solo existían unos criterios jurisprudenciales. Se acude a ellas cuando existiendo claros indicios de un delito no bastan otros medios de investigación (seguimientos, vigilancias...).
-¿Cuánto puede demorarse este proceso por el caso Villar?
-Lo que es la instrucción de la causa, que viene a ser lo que comprende toda la etapa de investigación (determinar si existen los delitos y sus autores y partícipes), espero que no más de tres años. Luego, siempre y cuando vaya a juicio, puede demorarse más en el tiempo. Depende mucho del caso en particular. Por poner un ejemplo de demora (dada la más que excesiva complejidad), el caso Afinsa se instruyó en 2006 y el juicio se celebró el año pasado. Además de que eran muchos investigados, excesiva documentación, se exigió un trabajo pericial tremendo, cerca de 200.000 personas fueron afectadas y se tuvo que pedir mucha cooperación internacional. En el caso que nos ocupa, no tiene por qué demorarse tanto, puesto que, a priori, no hay tanta complejidad ni tienes que lidiar con otros países.
-¿Qué es lo que más le ha sorprendido de la investigación hasta la fecha?
-Además de tratarse de una estructura nada parecida a lo que estamos acostumbrados a ver, sobre todo la repercusión mediática que ha tenido el caso. Como ya he comentado anteriormente, no soy nada futbolero y no conocía lo que era la federación, sus competencias, la Liga, la FIFA, la UEFA... Por supuesto, ni me sonaban los nombres de muchos implicados. Quizá alguno.
-Hay ciudadanos que piensan que con respecto al deporte, y al fútbol en concreto, hay una especie de mayor tolerancia social.
-No creo que exista mayor permisividad. Simplemente creo que la gente disfruta del propio espectáculo que ofrece el fútbol y no atiende a lo que pueda acontecer detrás.
«Los mecanismos de prevención y sanción para combatir la corrupción ya existen»
Santiago Pedraz se refiere también a otros temas que preocupan a la sociedad española. «Es un tema de pura estadística en cuanto a hechos constatables se refiere. Lo vemos continuamente. Por otro lado, la corrupción es un problema que viene de largo, antiguo. Siempre ha existido y siempre existirá. Pero puestos a hablar de los grandes problemas, existen otros realmente importantes, como pueden ser las precarias condiciones laborales de gran parte de la sociedad. La educación, ¿para cuándo ese gran pacto?».
- ¿Qué mecanismos debería haber para combatir la corrupción?
-Los mecanismos de prevención y sanción existen. Está claro que se pueden mejorar, pero lo que hay que hacer es aplicarlos y sobre todo desarrollar la cooperación institucional, tanto nacional como global. El problema principal radica en la transparencia. Tenemos legislación que exige esa transparencia en las personas físicas y jurídicas, públicas y privadas.
-¿De qué caso se acuerda más? ¿Cuál es el que más satisfacción a nivel personal le ha aportado?
-Cada caso es diferente. Son muchos los casos, actuales y pasados; casi todos desconocidos a nivel mediático. Y, entre estos, el de Afinsa en el que la sentencia prácticamente confirmó el procesamiento que hice. El de Zapata redundó mi confianza en la libertad de expresión. Quizá el más llamativo ha sido el de Couso. Pero siempre tengo en la memoria el caso de Guatemala, en el que ocho altos cargos fueron investigados por delitos de genocidio, lesa humanidad, torturas, asesinato, detenciones ilegales y terrorismo cometidos hace más de treinta años. Fue mi duro en cuanto al sufrimiento de miles y miles de personas que se me transmitió. Incomprensible. Doloroso.