Vieron truncada su racha triunfal después de 16 victorias consecutivas al caer por 104-98 contra los Heat de Dragic, MVP del Eurobasket
24 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Los hombres de verde dejaron su marca en 38 días sin conocer la derrota y 16 triunfos consecutivos, la cuarta mejor racha en la historia de la mítica franquicia de los Boston Celtics, todo un referente de la NBA y el deporte en general por su espectacular palmarés. Especialmente dos jugadores de los Heat han sido la kriptonita de unos Celtics que se habían vestido con la capa de superhéroes invencibles hasta la fecha. Sus nombres son Dion Waiters (26 puntos, 2 rebotes y 6 asistencias) y Goran Dragic (27+5+4), siendo este el responsable de dirigir a los Heat hacia la victoria final, rememorando el rendimiento que ya ofreció durante el pasado verano para eliminar a España con la camiseta eslovena durante las semifinales del Eurobasket de Turquía. Los Celtics (16-3), que controlan la Conferencia Este y la División Atlántico, no había perdido desde el 18 de octubre, cuando fueron superados 100-108 por los Bucks de Milwaukee.
De esta forma, los hombres de Spoelstra se acercan a la zona de play off tras mejorar su balance a 8 triunfos y 9 derrotas, mientras que los Celtics deberán tratar de aprovechar el que seis de sus próximos siete partidos los disputarán como locales para fabricarse un colchón de triunfos y encarar una temporada en la que aspiran a reeditar el éxito del big three formado por Ray Allen, Kevin Garnett y Paul Pierce, ganadores del anillo de la NBA en la campaña 2007/18.
Los nombres llamados a sustituirles son los de Al Horford, Gordon Hayward y Kyrie Irving, éste último flamante candidato al galardón de jugador de la temporada si mantiene su actual nivel con 22 puntos, 3 rebotes y 5 asistencias de media por partido, con un porcentaje de acierto del 47 % en tiros de campo, aunque sobre todo, dando un gran espectáculo con acciones dignas de highlights en todos los encuentros de la liga regular.
Los Celtics trataron de reaccionar con un parcial de 0-13 durante el último cuarto que les puso a una distancia de solo un punto (91-90) cuando restaban tres minutos de juego para el final, pero no hubo milagro final en la pista. El entrenador de los Celtics trató de transmitir un mensaje de normalidad tras la derrota «como ya dije, estas dieciséis victorias consecutivas eran un espejismo». Irving, la estrella de los Celtics, quiso reseñar al final del encuentro la alta motivación que existía por frenar al equipo de moda: «estaban centrados en este partido».