El ex futbolista del Lugo vuelve al Ángel Carro como rival, jugándose una de las dos plazas de ascenso directo
18 may 2018 . Actualizado a las 14:14 h.David Ferreiro (Ourense, 1988) está cerca de acariciar el sueño. Llama a las puertas del ascenso directo con el Huesca, equipo por el que fichó hace dos años, cuando se extinguió su contrato con el Lugo. Precisamente, los rojiblancos serán una de las últimas piedras de toque para el equipo de Rubi, que este año se ha mantenido en la parte alta desde el principio. El lunes a las 21.00 horas Ferreiro volverá al Ángel Carro.
Hace diez años, el atacante ourensano dejó el equipo de su ciudad natal para curtirse como futbolista por España adelante. Su primera experiencia fuera de casa fue en la otra punta del país, Lorca. El Atlético Ciudad acababa de ascender a Segunda B y llegó a un acuerdo con la joven promesa gallega, que entonces tenía 20 años. Dos años más los pasaría en Zamora, antes de que el Granada le echase el lazo como un futurible interesante para el primer equipo.
Tres temporadas le tuvieron los andaluces en su seno, aunque las tres se las tiró cedido en otros equipos. Cádiz fue su primera experiencia en el fútbol profesional. Entre los gaditanos hizo migas con David de Coz. El lateral diestro con el que volvería a coincidir en el Lugo. De Coz también pertenecía al Granada y vistió de amarillo aquel año en calidad de cedido. Fue un curso agridulce para ellos. Llegaron a jugar la cuarta ronda de la Copa del Rey contra un poderoso Valencia, con el que pudieron empatar a ceros en la ida, pero que se las cobró en la vuelta con un 4-0. El desenlace del año liguero no fue mejor, porque aunque llegaron a jugar la promoción de ascenso, no pudieron dar el salto a Segunda tras un partido agónico en Carranza contra el Lugo.
Santander fue su destino el curso siguiente. Tuvo bastante protagonismo en un año turbulento para los racinguistas, que terminaron con Fabri en el banquillo tras la marcha de Unzué. Con los verdes dejó un gol y nueve asistencias en 2.531 minutos de competición. Viajaría a Hércules llegado el verano y por el camino se cruzaría con Juan Carlos. El guardameta del Lugo dejaba Alicante para fichar por el Córdoba. Ferreiro les dio dos goles y cuatro asistencias en 2.417 minutos.
Aterrizó en el Lugo de Quique Setién en el 2014, un año convulso para los rojiblancos por todo el cambio accionarial. Él tenía contrato otra temporada y vistió la camiseta lucense el curso de Luis Milla y de Jose Durán. «Con Milla, sí que me encontraba bien, jugando. Me encontraba bastante metido y me sentía bastante importante», dijo el año pasado recordando su último año como lucense. «Con la marcha del entrenador ya pasaron muchas cosas y fue todo diferente para mí. Se notaba que no confiaban mucho en mí, a ningún futbolista le gusta eso y bajas el rendimiento», explicaba.
La confianza es precisamente clave en su rendimiento con los oscenses. Anquela el año pasado y Rubi este han confiado en el atacante ourensano para sus alineaciones. Con el técnico de Linares lo jugó prácticamente todo, marcó cinco goles y dio cuatro asistencias, ayudando a su equipo a llegar a la Promoción. Este año tiene continuidad con el entrenador catalán y se ha convertido en el máximo asistente (9) de un equipo que pelea por el ascenso directo.
«El Lugo es un equipo complicado en casa», dice el extremo
David Ferreiro es consciente de que le quedan «tres finales». El extremo del Huesca sabe que su equipo depende de sí mismo para atar una de las plazas de ascenso directo y dice que ahora es vital: «Hacer bueno el punto conseguido en casa. Cada partido es un mundo y va a ser complicadísimo». Habrá un componente sentimental en el primero de los tres match-ball que tiene por delante. El rival, el Lugo, su ex equipo, un viejo conocido que no les pondrá las cosas fáciles. «Ellos no se van a relajar, van a hacer su partido. Es un equipo complicado en casa, juega muy bien y tiene mucha posesión de balón», argumenta. Sabe, por experiencia, que no es fácil ganar en el Ángel Carro, un campo en el que muchos rivales caen en la trampa. «Hay que salir a muerte», sentencia. «Nos estamos jugando mucho, nosotros estamos optando a ascender a Primera División y son palabras mayores. Hay que saber de dónde venimos y quiénes somos».
Su regularidad esta temporada les ha mantenido arriba a pesar de no ser a priori uno de los favoritos: «Estamos en una posición privilegiada, quién nos iba a decir a nosotros que, a falta de tres jornadas, estaríamos con una ventaja de cuatro puntos. Hay que rematar la faena sea como sea y esto no se nos puede escapar. Nos estamos jugando muchísimo y queremos hacer un sueño realidad». La meta está cerca y el atacante tiene claro que «cada punto es oro y no podemos fallar. Tenemos que ser fuertes, seguir entrenando, seguir disfrutando, que es lo que hemos hecho toda la temporada, que la afición siga disfrutando, siga animando. Entre todos podemos conseguir un objetivo que es muy bonito».
La fórmula del Huesca será objeto de estudio por muchos si consiguen finalmente el ascenso. Lo cierto es que a pesar de ser uno de los modestos de la categoría suman dos campañas seguidas brillando entre los favoritos y la pasada ya jugaron la promoción. Ferreiro lo tiene claro: «Somos un equipo humilde, trabajador y estamos consiguiendo algo que es muy bonito para una ciudad y para los jugadores. Estamos cerca de ascender, que es lo máximo. Lo miras con otros ojos porque es una oportunidad que igual no vuelve a pasar».