Desde hace muchos años, en la Sociedad Española de Medicina del Deporte abogamos por obligar a hacer reconocimientos médicos de aptitud. Es algo básico, necesario y una cosa tan simple como hacer una exploración física y un electrocardiograma, sobre todo en menores, porque es donde se va a encontrar si hay una patología. Luego, por encima de los 35 años, ya se podría incluir hacer pruebas de esfuerzo, pero ese ya es otro tema. En el año 2013, cuando salió la famosa Ley del Deporte, ya se habló de los reconocimientos médicos y se dijo que «se desarrollará reglamentariamente». Es decir, seguimos pendientes de que desarrollen ese reglamento que no acaban de salir. Nosotros hace años que lo tenemos y pensamos que es vital aprobarlo, ya que en la actualidad no tenemos una legislación. Porque a una persona yo le puedo avisar de que se puede morir si sigue haciendo deporte, pero no puedo prohibírselo porque no está recogido en ninguna ley. El reconocimiento de aptitud tiene que ser obligatorio y tienen que ser los políticos los que lo legislen. Ese es el primer punto importante que hay que hacer si queremos prevenir situaciones desagradables.
En segundo lugar, muy vinculado a la muerte súbita, habría que obligar a que haya desfibriladores semiautomáticos (DESA) en todos los centros deportivos. Los de la administración pública ya lo tienen, pero hay otros que no. En el fútbol, desde lo que ocurrió con Puerta y Jarque, ya los tienen en las categorías superiores, pero el balompié profesional no lo es todo, hay más recintos que necesitan la instalación de un DESA. Un desfibrilador semiautomático lo puede usar cualquier persona y salva vidas.
Y por último, y quizás más importante, es necesario que haya una asignatura transversal en Secundaria de reanimación cardiopulmonar (RCP). Es necesario que la gente sepa hacer una RCP básica. Hace poco conocíamos la noticia de que un muchacho le salvó la vida a un individuo que se le cayó delante porque había hecho un curso. Hacer una RCP básica en primera instancia es vital, para que luego vengan detrás los servicios médicos a hacerle otra avanzada. Por eso abogamos por lo importante que es educar a la sociedad desde los institutos, enseñándoles a actuar en situaciones críticas.
Estas tres cosas son básicas, pero parece que nadie nos quiere hacer caso.
Fernando Huelin es el director del Servicio de Medicina do Deporte del Centro Galego de Tecnificación Deportiva de Pontevedra y miembro de la Sociedad Española de medicina deportiva.