Alicia de las Maravillas

Juan Oliver

DEPORTES

HIROSHI YAMAMURA | EFE

15 dic 2019 . Actualizado a las 19:48 h.

Alicia Fernández Fraga es uno de los frutos que el programa de detección de talentos, que la Real Federación Española de Balonmano lleva realizando desde 1979, cultiva y hace florecer generación tras generación.

Esta gallega de Valdoviño, nació un 21 de diciembre de 1992 (primera participación en unos juegos olímpicos del equipo nacional femenino de España), y se ha regalado, con unos días de antelación, una «plata» por su 27 cumpleaños. Dobles parabens. Con 17 años ya jugaba en División de Honor en el BM. Sagunto, Mar Valencia ambos de Cristina Mayo, para seguir su lucha por mejorar en el BM Porriño, Aula Cultural de Valladolid y Super Amara Bera Bera. En la actualidad milita en el balonmano Rumano Ramnicu Valcea. Como buena gallega, salir de su tierra para triunfar nunca fue un impedimento.

Pasó todos los filtros para llegar al equipo nacional juvenil. Observaciones en los Campeonatos de España de Selecciones Territoriales y de Clubs, observaciones en su liga territorial. Tanto los técnicos gallegos como los de la Federación Española entendieron que Alicia era una jugadora especial, atesoraba «calidade». Gran trabajo de Juan Moreno.

Su experiencia en los equipo nacionales es importante. 38 veces internacional como juvenil, 36 como junior y termina el mundial con 36 internacionalidades y 89 goles anotados. Es pues de la «cosecha» 92/93. Gran generación; Lara González, Esperanza López y Almudena Rodríguez la acompañan en la actual selección. Se clasificaron octavas de Europa como juveniles y quintas del Mundo. Seguro que a Alicia no se le olvida aquel campeonato en República Dominicana donde la lucha por las medallas se escapó en el último segundo de la segunda prórroga, ante Suecia. Como junior también fueron octavas continentales y decimocuartas mundiales.

Durante estos cuatro años bajo la sabia dirección de Jenaro Felix y Miguel Ángel Peñas fue adquiriendo experiencia internacional. Tuve la suerte de compartir con esta generación muchos entrenamientos, torneos y campeonatos. Desde mi puesto de Director Técnico Femenino las tuve que observar, valorar y evaluar. Siempre tuvieron un comportamiento exquisito a las duras y a las maduras.

Me gustaba su juego y veía gran futuro para ella. Como central indiscutible de ese grupo hacía jugar al equipo de maravilla. Siempre humilde, los premios individuales de sus compañeras (Lara fue nombrada mejor Lateral izquierdo juvenil de Europa y del Mundo, Africa Sempere mejor defensora Continental y Sheila Segura mejor extremo izquierdo juvenil del Mundo) se debieron en gran medida a la generosidad de Alicia.

Después de un tiempo de espera, alargado por una grave e inoportuna lesión de rodilla, se produce su reciente llegada a la absoluta. Carlos Viver ha sabido verla, entenderla y buscarle acomodo en sus planes.

Ayer ya insinuábamos que podía ser decisiva en el choque de hoy. Imprime dos valores difíciles de aunar calidad y generosidad. En ataque trabaja con maestría los cambios de ritmo, individuales y colectivos. Busca con suficiencia el beneficio de los bloqueos, penetrando con valentía y precisión.

Dirige y cuela goles. ¡qué mas pedir! Dicen que podría defender más. ¿y quién no?. No midamos su defensa en mas o menos, hagámoslo en bien o mal. Y Alicia defiende bien. Disuade, se anticipa y sabe cuando es necesario “chocar”. Sólo va a la guerra si puede ganarla, pero ayuda continuamente.

Controla el contrataque, otra vez los ritmos, y ha entendido perfectamente el dispositivo de repliegue que el seleccionador ha diseñado. Su humildad la hará triunfar aun más. Está en la edad en la que se consiguen las medallas. Bajo esa mirada que delata morriña se esconde un humor socarrón. Galicia en su máximo esplendor. El talento de Alicia hace inteligente al balonmano. Músculo versus cerebro.

Juan Oliver fue selección español de balonmano en dos etapas.