Si esto fuese un combate de boxeo, el Real Madrid hubiese ganado a los puntos. Fue superior en varias facetas del juego. La primera, la de la posesión, presionando siempre en campo rival con hasta siete futbolistas. Uno de los aspectos que destacaba en la previa resultó ser determinante para que viésemos un partido tan entretenido: la igualdad con la que llegaban ambos equipos, con dinámicas similares. El Real Madrid continúa mostrando el ritmo, intensidad y posesión que tiene desde el punto de inflexión del partido contra el PSG. Puede que le falte profundidad de banquillo, y quizás por eso aguantó a Bale, pero no es fácil maniatar al Barcelona y menos con esa presión alta, achicándole los espacios cerca de su propia área. El Barcelona solo generaba peligro por medio de las conducciones de Messi. Los entrenadores mostraron sus armas y fue un toma y daca, a pesar del empate a cero. Y gol tienen de sobra, pero hay que tener en cuenta al rival que tenían en frente. Creo que este partido es toda una declaración de intenciones y que ambos van a por el título de Liga. Son muy fiables y si mantienen este nivel perderán muy pocos puntos. Es más, cuando llegue febrero y la parte importante de la Champions creo que incluso aumentarán el rendimiento. Este partido también sirve para reflexionar acerca de la evolución de las plantillas de equipos como estos, ya que se pudo comprobar cómo Zidane acertó al optar en términos generales esta temporada por jóvenes jugadores como Rodrygo o Vinicius, incluso Valverde (que en nada se parece al que jugó en el Deportivo) en detrimento de Kroos, Modric o Isco, ya que ofrecen un mayor despliegue y más ritmo en el centro del campo, además de facilitar una presión como la mostrada ante el Barcelona. Es un poco la manera de afrontar un cambio generacional con el que en el futuro poder apenas cambiar un par de piezas y mantener la columna vertebral del equipo. Mientras tanto, veremos lo que sucede en esta Liga.
Yago Iglesias es entrenador de la SD Compostela