Los tres corsarios que cruzaron el país para ver al Ibiza en Pontevedra

Nieves D. Amil
NIeves D. Amil PONTEVEDRA / LA VOZ

DEPORTES

RAMON LEIRO

Los aficionados del conjunto balear recorrieron dos mil kilómetros en 24 horas para animar a su equipo. Uno de ellos viajó pagado por el club después de venir en diciembre al partido aplazado

09 ene 2020 . Actualizado a las 18:24 h.

Solo tres personas, además del equipo, celebraron el pase de eliminatoria del Ibiza este miércoles en Pasarón. Daniel Bautista, Thomas Wolf y Daniel Pades, miembros de la peña ibicenca Corsarios, hicieron mil kilómetros para ver acabar el partido que se suspendió el pasado 18 de diciembre en el minuto 16. Y uno de ellos lo hizo costeado por el club después del esfuerzo de haber venido la primera vez completamente solo. Eran tres, pero el jaleo les hacía parecer mucho más. ««El alma y la garganta», coreaban desde el fondo del estadio, en una grada solo para ellos tres.

Animaron a su equipo y celebraron los goles. «Hemos salido a las cinco de la mañana, cogimos dos aviones y un coche de alquiler, llegamos a A Coruña a las 17.30», comentaba Thomas, que solo pensaba en la vuelta de este jueves. «Eso sí, antes de irnos al mediodía, comeremos un buen chuletón en A Coruña, a las tres y media nos tenemos que subir al avión», explica Bautista, que como Wolf, se alegra de que se hubiese suspendido el primer partido para poder venir esta vez a ver ganar a los suyos. «Ahora nos costó 200 euros a cada uno, pero es la primera vez que jugamos la Copa del Rey y había que estar aquí», comenta Bautista.

Dos de ellos era la primera vez que estaban en Pasarón, pero Pades ya pisaba sobre seguro. Viajó con el equipo el pasado martes y volvió ayer con ellos. «Cuando vine la otra vez y se suspendió el partido empezaron a contar mi historia en las redes sociales y el club se puso en contacto conmigo para costearme el viaje», explica este miembro de los Corsarios. «Nosotros nos uniremos a ellos en el segundo vuelo», añadía Thomas, que estaba tan emocionado de poder ver ganar a su equipo la primera Copa que juega, que en pleno enero decía que «en Galicia hace calor». «Cuando veníamos por la autopista y veíamos tanta niebla, pensamos que haría peor día, pero se está de maravilla», añade Bautista.

El único momento en el que no se les oía fue en el descanso del partido. Aprovecharon para reponer fuerzas de cara a un segundo tiempo en el que su equipo acabaría por cerrar la faena con un 0-2 y el paso a la siguiente ronda. No estaban dispuestos a ver perder a su equipo. Es más, reconocen que en los cánticos de los aficionados ya se canta eso de «Ibiza te vengo a ver, Ibiza te vengo a ver ascender». «Si el equipo no sube este año será una desgracia porque está hecho para que pase eso», comenta Bautista.

Los tres únicos aficionados azules que cruzaron el país para ver a su equipo disfrutaron de la victoria en el estadio de Pasarón como si su equipo se hubiese llevado ya la Copa del Rey. Con el 0-1 en el marcador, ya se veían el sábado jugando contra el Albacete en el estadio Can Misses. El apoyo incondicional era tal que Rodado y buena parte del Ibiza acudió a la grada para celebrar con ellos el segundo gol. Fue la sentencia para el Pontevedra y el billete definitivo para que el equipo pueda recibir al Albacete.

Después de que el árbitro pitase el final del encuentro, la plantilla de Pablo Alfaro volvía a agradecerles a Thomas Wolf, Daniel Bautista y Daniel Pades el esfuerzo de atravesar el país de Este a Oeste. Estos tres incondicionales le dieron su aliento en su debut en la Copa del Rey. Pontevedra les espera ahora para el partido de la segunda vuelta. Los corsarios ya han izado su bandera.