La ida de octavos ante el Nápoles fue un partido sin mística ni fútbol en el que Griezmann igualó el gol de Mertens
25 feb 2020 . Actualizado a las 23:26 h.Salió el Barça vivo de San Paolo. El estreno de Quique Setién en Champions no pudo dejar peores sensaciones. Como suele decirse en estos casos, lo mejor fue el resultado. Un empate a un gol que deja todo abierto para la vuelta en el Camp Nou, pero con cierto aire de ventaja para los azulgrana. Nada de nada ofreció el equipo ante un Nápoles previsible y que bien pudo sacar un mayor rédito. Llegue donde llegue en Champions, tendrá que agradecérselo a Ter Stegen. La eliminatoria podría haberse quedado sentenciada. El choque del Barça, incluido Messi, no pudo estar más lejos de la mística que se había creado en la previa por aquello de Maradona, el Napoles y los benditos años 80. Todo quedó en un auténtico chasco. El 10 no apareció y eso siempre condiciona el resultado final.
El guión de los de Gattuso fue evidente desde el inicio. No había prisa alguna y el objetivo era llegar al partido de vuelta sin encajar gol. Parapetado atrás, se defendía con una doble línea en apenas unos metros. Para el conjunto azulgrana era imposible encontrar el hueco que desactivase el entramado italiano. Sin ritmo, era más que difícil dar con el resorte necesario.
Para colmo de males, el Barcelona se encontraba antes de la media hora de partido con le peor escenario posible. Un desajuste grosero en defensa permitía una contra local que acabaría con un golazo de Martens. El belga ajustaba su disparo a la mismísima escuadra de Ter Stegen haciendo inútil cualquier estirada. Imposible mayor rédito con tan escaso bagaje. El primero de los disparos del Napoles entre los tres palos acababa en el fondo de la red. Y al Barcelona le tocaba nuevamente remar contracorriente. Nada nuevo bajo el sol.
Era necesario un cambio en el planteamiento o meter una marcha más al ritmo del duelo. Al trote, el Napoles iba a seguir defendiendo con comodidad. Tal era el atasco en la zona defensiva de los napolitanos que el Barça se marcharía al descanso no sólo con un gol en contra, sino habiendo sido incapaz de disparar entre los tres palos de Ospina.
La cantidad de pases dados por el Barça era inversamente proporcional al peligro generado. Messi vivía a muchos metros de la zona de peligro y cualquier otro no hacía por asomar la bota para asumir cierto protagonismo.
Quiso meter esa marcha más con la reanudación, y logró a la hora de choque lo que no había conseguido en todo el encuentro. Busquets, errático hasta el momento, halló por fin un hueco al desmarque de Semedo. No se le recordaba ninguna intentona al lateral derecho que, de primeras, encontró a Griezmann para empatar el partido. El empate no trajo la mejoría para los de Setién. De hecho, llegarían los peores minutos para los azulgrana. En apenas unos minutos tras el gol de Griezmann, Ter Stegen salvaba a los suyos casi de forma consecutiva. El meta alemán evitaba el gol de Insigne y, después, una clarísima a Callejón. El español se lamentaría de no haber finalizado las ocasión más clara del choque más allá de los goles. El duelo acabaría con un Barcelona sabedor de la cierta ventaja que le ofrecía el empate a uno y con un Napoles algo más urgido. Buscaba con rapidez el área de Ter Stegen el equipo de Gattuso, conocedor también lo que puede cambiar el guión en tres semanas en el Camp Nou. Que el Barcelona acabara con 10 por la falta de temple de Arturo Vidal hizo que el Napoles viviera los últimos minutos como una final. La lesión de Piqué no ayudó a menguar los ánimos de los locales, que se veían capaces de meterle mano al Barça.
Por suerte para los de Setién, la sangre no llegó al río y será el Camp Nou donde se decida cuál de las dos escuadras estará en la siguiente eliminatoria de la Champions.
Ficha técnica
Nápoles: Ospina, Mario Rui, Maksimovic, Manolas, Di Lorenzo, Demme (Allan, min 80), Fabián, Zielinski, Callejón (Politano, min 74), Mertens (Milik, min 54) e Insigne.
Barcelona: Ter Stegen, Semedo, Piqué (Lenglet, min 92), Umtiti, Junior Firpo, Busquets, De Jong, Rakitic (Arthur, min 56), Vidal, Messi y Griezmann (Ansu Fati, min 87).
Árbitro: Felix Brych (alemán). Expulsó a Arturo Vidal (doble amarilla, min 89) y amonestó a Busquets (que se pierde la vuelta), Insigne, Messi, Griezmann y Rui.
Goles: 1-0: min 29, Mertens; 1-1: min 57, Giezmann.
Incidencias: Estadio San Paolo. Partido de ida de octavos de final de la Liga de Campeones.