Ronaldinho viajaba para presentar su libro y ha acabado involucrado en una crisis política y ligado a supuestos corruptos

L. Balado

DEPORTES

Nathalia Aguilar

El astro brasileño ha sido detenido en Paraguay tras un lío de pasaportes falsos

05 mar 2020 . Actualizado a las 19:51 h.

La historia pintaba mal desde el principio. Una cuartilla de la Fundación Fraternidad Angelical —de la que apenas hay rastro en Internet— convocaba a todo el que quisiese a recibir a Ronaldinho Gaucho el día 4 de marzo en el aeropuerto Silvio Pettirossi en Asunción, capital de Paraguay.

A la hora prevista apareció el exfutbolista entre una multitud. Le acompañaban su hermano y Dalia López, la promotora del evento del que Ronaldinho sería embajador y en el que se promocionaría la obra social «Móvil de la salud de las niñas y niños», cuyo contenido en una incógnita para Google. De paso, el brasileño presentaría su enésimo libro: Genio en la vida, título que a Internet tampoco le dice nada.

Dalia López es una empresaria y filántropa local. Según ella, porque su empresa, inscrita en el año 2013 en el país, no registra actividad alguna. Todas las referencias a la empresaria se basan en un reportaje concedido a una revista argentina donde se la presenta como una activista de la infancia, las madres solteras y la tercera edad. Labor que desarrollaba «de manera anónima». Pero el anonimato se le ha acabado.

El otro impulsor del acto, según recoge el testimonio de Ronaldinho y su hermano a la fiscalía, es Nelson Belotti, propietario de un casino en las afueras de la capital. De él sí se conocen más datos. Belotti —que había recibido el okey de las autoridades paraguayas para iniciar sus actividades de ocio el pasado 1 de marzo— ya estaba fichado por la policía brasileña tras verse involucrado en el caso Lava Jato, un asunto de mordidas a políticos a cambio de favores en su país.

Nathalia Aguilar

Tras pasar la noche en un hotel de la capital, las autoridades locales detuvieron a Ronaldinho y a su hermano por entrar de manera ilegal en el país con unos pasaportes falsificados. No fue difícil poner en alerta a la Policía. En el documento falso se aseguraba que el brasileño se había nacionalizado paraguayo y la foto de carné era la misma que se utilizó para los pasquines promocionales.

Ronaldinho, retenido en su hotel a la espera de la decisión sobre su libertad, sonreía en una fotografía que se filtró durante su arresto. El «ídolo del fútbol» —así era publicitada su presencia— ha abierto una crisis al más alto nivel en su país. ¿Por qué Ronaldinho no fue detenido hasta un día después de pisar suelo paraguayo? ¿Por qué fue escoltado?

El ministro del interior del país guaraní, Euclides Acevedo, se puso serio en la radio: «Sea quien fuere, se debe aplicar la Ley», dijo sobre la trascendencia pública del crac y cargó contra los responsables de las fronteras. Algo que sentó mal al director de migraciones, Alexis Penayo, que sacó toda su artillería. «Tengo la prueba de que alerté al ministro. Le informé vía wasap que esos datos no figuraban en el sistema y que encima figura como nacionalizado. Me dejó en visto», se defendió Penayo que metió también en el ajo al director de Identificaciones de Paraguay.

Además del astro y su hermano hay otros tres detenidos: dos mujeres, supuestas propietarias de las identidades robadas y un hombre, acusado de facilitar los pasaportes al exfutbolista.