
Los ERTE se cuentan ya por cientos en el deporte gallego, aunque los afectados comprenden que las medidas facilitan la supervivencia de los clubes
10 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Por debajo del fútbol de élite, cientos de clubes y deportistas gallegos están siendo golpeados por el impacto económico derivado del coronavirus. La semana empezó con una cifra oficial facilitada por Traballo, 254 solicitudes de ERTE por parte de escuelas, asociaciones y clubes, que afectan a 1.412 personas, sin contar empresas y autónomos. Un impacto que tiene rostros.
Lorena Pérez, Guardés
«O club non tiña outra alternativa». Lorena Pérez es jugadora del Guardés, que compite a nivel internacional en balonmano femenino. «Creo que o club non tiña outra alternativa e que tomaron esta decisión pensando en nós, aínda que nos collera un pouco de repente. Non se sabe que pasará coa liga, e mentres dura esta situación os nosos contratos laborais están, dalgún xeito, protexidos», explica al tiempo que avala la credibilidad de su junta directiva: «Todo o que din sempre se cumpre. Son xente de palabra. Chamounos o presidente para explicarnos en que consistía todo, por que iamos ao ERTE e que nos pagarían unha parte do soldo».
Moisés Simes, Cangas
«Yo sigo trabajando en un taller mecánico». El Cangas, de Asobal, tiene la incertidumbre de la liga. «Todo el mundo entiende la medida del club. El deporte vive de jugar, de la publicidad, de la gente que va a los pabellones. Sin eso no hay ingresos y es muy razonable que lo hayan tenido que hacer», explica el jugador Moisés Simes, que suele completar su sueldo con otra ocupación parcial: «Yo sigo trabajando en un taller mecánico, pero sí que me afecta».
Miguel González, COB
«La mayor incertidumbre es qué pasará después». El segundo entrenador del COB, Miguel González, es uno de los trabajadores que está incluido en el ERTE: «Era la única solución válida, porque se trataba del cese de la actividad por causa de fuerza mayor. El club siempre ha cumplido su responsabilidad con nosotros y lo cierto es que hemos cobrado todo hasta el día que se interrumpió el trabajo. Estoy acostumbrado a que mis ingresos se ciñan a la temporada deportiva y te administras, pero quizás la mayor incertidumbre se centra en lo que pasará después de todo esto. Los espectáculos deportivos congregan a mucha gente en un espacio reducido y quizás seamos de los últimos en recuperar el ritmo de antes», razona.
Dava Torres, Liceo
«Apoyamos al máximo todas las medidas del club». El Liceo inició el ERTE anunciando que trataría de compensar a la plantilla. Como el estado abona el 70 % de los sueldos, el club cubrirá el 30 % restante para que los jugadores no pierdan poder adquisitivo. Siempre que la competición no se cancele. El club piensa en un play off en julio, y todos los jugadores tienen contrato en el curso 2020-21. El capitán, Dava Torres, se inclina por «apoyar al máximo todas las medidas que tome el club para que podamos salir bien este varapalo».
Mario Dovale, Emevé, en paro
«Fue un palo en lo deportivo y en lo personal; no pudimos ni despedirnos». El primer club lucense profesional en bajar la persiana fue el Arenal Emevé, en la máxima categoría del voleibol español, cuya temporada ya fue dada por finalizada. Prácticamente todos los integrantes del equipo se vieron abocados al paro, puesto que sus contratos tenían vigencia hasta el final real del campeonato. «Fue un palo, tanto en lo deportivo como en lo personal», señala Mario Dovale, de 22 años, y capitán del equipo. «Fue un final amargo. Pasó todo tan rápido que no pudimos ni despedirnos. Me está costando asimilar la situación y no poder jugar al volei, pero hay que entenderlo», concluye.
Jozi, Burela Pescados Rubén
«Somos unas afortunadas porque todas superamos el sueldo mínimo». El Pescados Rubén-Burela solicitó un ERTE «de mutuo acuerdo» con sus 42 empleados entre jugadores de Primera de fútbol sala, cuerpo técnico, monitores y personal de oficina. «A ninguna nos gusta llegar a esto, pero entendemos que es lo mejor para que el club reduzca gastos y pueda salir adelante», razona Jozi de Oliveira, portera del equipo desde hace 11 temporadas y pentacampeona del mundo con Brasil. El club es modélico en el trato hacia sus profesionales, y hace un año aprobó el primer convenio colectivo del deporte femenino en España: «Somos unas afortunadas porque todas tenemos contrato y superamos el sueldo mínimo. Somos muchas brasileñas en el equipo que estamos pasando estos días aquí, confinadas y lejos de la familia, pero por lo menos en ese sentido podemos estar tranquilas».
David García, Lubiáns
«O club eleva a achega porque moitos viven disto». Los principales clubes de la Costa da Morte también solicitaron ERTE. En el Bergantiños se ven afectadas 26 personas entre jugadores y técnicos. Algunos clubes, como el Lubiáns, cubren la diferencia de ingresos hasta que sus empleados reciban el 100 % de lo que percibían antes. «O club eleva a achega porque moitos viven disto», explica su presidente, David García, «porque moitos viven disto e queremos contar con eles no futuro».
Marcos Fernández, Breogán
«Es nuestro deber seguir activos». En el Leche Río Breogán, su director de comunicación, Marcos Fernández, es uno de los empleados que prestan los servicios mínimos en jornada reducida y teletrabajo tras el ERTE del club. «Es nuestro deber seguir activos. Nos debemos a nuestros aficionados, colaboradores y patrocinadores», indica el hombre encargado de mantener vivo el club a través de las redes sociales, que «desde el primer momento» entendió la postura del club.
Arturo Ferraces, Xiria
«Hai que pensar a curto e medio prazo». Arturo Ferraces es el coordinador deportivo de la Escola Basket Xiria, afectada por el ERTE: «Hai que pensar no futuro do club, porque por 15 días non hai problema, pero por máis... A ninguén lle gusta ter que acollerse a un ERTE, pero hai que mirar a curto e medio prazo», comenta sobre una entidad con un club en la EBA.
Información realizada con la aportación de Míriam V. F., Melissa Rodríguez, Ana Iglesias, I. Meitín, Luis M. Rodríguez, e Iván D. Rolle.