La salida de Messi, el mayor de los borrones

DEPORTES

25 ago 2020 . Actualizado a las 21:11 h.

Al expediente de Bartomeu en su etapa al frente del Barça se le acumulan los borrones. Parece que todo lo que puede salir mal acaba peor y corre el riesgo de pasar a la historia como el mandatario que no supo retener a Messi. Sería un chirlo difícil de entender sobre la piel del barcelonismo. La gran mancha.

Ocurre que en el fútbol a menudo nada es lo que parece, que resulta complicado encontrar la luz entre medias verdades e interpretaciones, a falta de explicaciones claras. Sucede también que los futbolistas encajan como guantes en el papel de héroes y rara vez aparecen como responsables de los malos resultados. Y si algo no les gusta, se revuelven.

Cristiano Ronaldo dejó claro que no se sentía valorado en el Real Madrid instantes después de ganar la Champions. Con Messi, falta por saber a qué se debe ese descontento que se da por cantado a los cuatro vientos. Se podría entender si la directiva viese con buenos ojos su marcha para aligerar masa salarial y reordenar las cuentas.

Más allá de esa duda, parece incuestionable que el Barça le ha dado todo a Messi. Lo mimó y lo protegió en la cantera, lo asentó en el primer equipo. En quince años firmó nueve renovaciones, las más de las veces mucho antes de la finalización, para mejorar sus condiciones salariales. Según publicaba L’Equipe en febrero, cobra 8,3 millones brutos al mes. Son casi cien millones de euros por temporada.

Messi parecía predestinado a firmar algún tipo de contrato vitalicio con el Barça, para seguir vinculado a su club de siempre una vez que cuelgue las botas. Pero se está rompiendo la magia y la relación. A saber por qué.