Hamilton sigue en «modo fiesta»

David Sánchez de Castro COLPISA

DEPORTES

reuters

Los Mercedes dominan en un viernes dedicado al juego de los rebufos en Monza, con Sainz entre los diez primeros de manera constante

04 sep 2020 . Actualizado a las 21:26 h.

La desesperación de todos los equipos y de la propia fórmula 1 por evitar el dominio absoluto de Mercedes ha llevado a decisiones como la de prohibir los mapas motor dedicados a la clasificación. Lo que comúnmente se ha venido a llamar el «Party mode». A partir de este mismo fin de semana, los pilotos no podrán activar ese extra que les permite exprimir al máximo las capacidades de su coche para una o dos vueltas.

Esta era una de las grandes ventajas, en teoría, de Mercedes. Hamilton y Bottas habían destacado los fines de semana más que en carrera (incluso) gracias a este sistema, que les permitía llegar a la Q3 prácticamente como los únicos candidatos a luchar por la pole. En este el 2020 han logrado un pleno, de momento, por lo que la FIA les ha intentado echar el ancla. El problema es que no solo no parece que hayan conseguido paliar esa gran ventaja con respecto al resto, sino que además los de la zona media también van a sufrir más. En este sentido, al menos en Monza se verá más igualdad del tercero o cuarto hacia atrás, gracias al «factor rebufos».

Cualquier aficionado al automovilismo sabe que en los circuitos con largas rectas, conseguir colocarse tras la trazada de otro coche que corte el viento le permite ganar unos cuantos kilómetros por hora. Ya se vio en la clasificación de 2019, cuando en la clasificación (para desgracia de alguno, que no llegó a cruzar la meta a tiempo) retrasaron notablemente su último intento en la Q3 para intentar coger rebufos. Michael Masi, director de carrera, ha tomado cartas en el asunto y ha puesto un tiempo mínimo que deben cumplir, pero todo apunta a que será un sábado con lío.

Sea con rebufos o sin ellos, con modo fiesta o modo serio, o con rivales o sin ellos, nadie duda de que Valtteri Bottas y Lewis Hamilton volverán a ser los candidatos casi únicos a la pole de este sábado. Después de repartirse con puntual discreción los libres de este viernes, solo un susto, una avería o un accidente (alguno ya ha probado las escapatorias de Monza) puede evitar que hagan otra muesca en su revólver.

Sainz, con mejor ritmo

Aunque no fue el primer McLaren, ya que Lando Norris acabó en un buen tercero, las sensaciones de Carlos Sainz tras los libres fueron positivas. No solo por marcar el sexto crono sin mucha dificultad, sino porque fue su compañero el que tuvo problemas. El británico consiguió su vuelta buena cuando restaban apenas 15 minutos para el final del día, después de pasarse buena parte de la sesión metido en boxes mientras sus mecánicos revisaban su MCL35.

El español estaba satisfecho tras la jornada, dado que tiene ganas de resarcirse en el que será su circuito a partir de 2021, cuando compita para Ferrari. «Ha sido un viernes decente, el ritmo parecía prometedor. Creo que hemos tenido un par de sesiones buenas, en las que conseguimos probar un montón de combinaciones de set-up diferentes, incluso vueltas con y sin rebufo. Tendremos que fijarnos en los datos de la tanda larga y averiguar cómo somos de competitivos en ese sentido, pero en general ha sido una jornada tranquila», destacaba Sainz.

Algo más sufrieron sus futuros compañeros de rojo, aunque visto lo visto no se puede decir que tuvieran un mal viernes. Charles Leclerc (ganador aquí en 2019) no pudo pasar de la novena posición, algo que otros años abochornaría a los presentes en Monza, pero que este año puede considerarse un logro. Peor le fue a Sebastian Vettel, susto incluido en forma de trompo que casi provoca que se lleve por delante a Daniel Ricciardo o a Lance Stroll, este último por segundo año consecutivo. La despedida del tetracampeón del circuito italiano, al menos como piloto de Ferrari, será más triste de lo que hubiera deseado. De pelear por optar, al menos, al podio en años anteriores, en este extraño 2020 se tendrá que conformar con puntuar. Su duodécimo puesto de los libres no invita a mucho optimismo entre sus fans, pero podría ser peor. de alguna manera.