El conjunto dirigido por Diego Epifanio se llevó el título en casa tras una gran prórroga
23 ene 2021 . Actualizado a las 15:00 h.Aunque las mascarillas amortiguasen los gritos, el estallido de alegría de la afición congregada en el Pazo con el bocinazo que convertía en campeón a su equipo se pudo sentir a la perfección, haciendo honor a otra noche más de gloria para el Leche Río Breogán. En un partido espeso, sin fluidez, con malos porcentajes de acierto, sudando en la prórroga, pero sea como sea, alzándose con el trofeo y dejando en la cuneta a Alicante. Porque da igual cómo, pero las finales el Breo, las gana.
Los nervios y la tensión propia de una gran final afectaron de inicio al Leche Río Breogán, que, a pesar de una canasta de Sollazzo, el intercambio de golpes que proponía Alicante acabó por tumbarlo. Zohore se hacía fuerte en la pintura mientras Breogán era muy errático en ataque, no conseguía acomodarse. El marcador era de 4-8 al ecuador del cuarto cuando los jugadores celestes hicieron un corrillo para aclarar conceptos y reaccionar ante la posibilidad de que Alicante cogiese carrerilla. Surtió efecto, puesto que anotaron cinco puntos en menos de treinta segundos. Alicante contestó la osadía lucense con un triple, pero el Breo era otro y comenzó a enchufar. Primero Larsen y después Kacinas, anotaron desde el perímetro para poner en ventaja a su equipo. No obstante, los alicantinos no se rendían y dos soberbias canastas de Pitts complicaban la remontada breoganista. Una antideportiva de Huertas a menos de un minuto para el final fue aprovechada por el equipo de Epi que consumó su escapatoria con un magnífico triple de Iván Cruz sobre la bocina.
El segundo cuarto fue espeso. Las constantes faltas impedían la continuidad en el juego, algo que no favorecía a Breogán, perjudicado por el ritmo lento al que parecía adaptarse mejor Alicante. Con este panorama, Leche Río Breogán mantenía las distancias como buenamente podía a través de los tiros libres. Sin embargo, el contrario no aprovechaba el bache lucense, aunque con alguna canasta poco a poco reducía la distancia.Urtasun puso a tres a los valencianos, obligando a Epi a pedir tiempo muerto. Sus palabras surtieron un efecto instantáneo, porque a la salida anotaba de tres Soluade. Un fallo garrafal de Kacinas privaba a Breogán de alejarse más en el marcador, pero el golpe apenas fue perceptible, al descanso el Breo mantenía la renta de 6 puntos (39-33).
La intensidad del partido se mantenía en el tercer cuarto, con una salida más atinada desde el perímetro para Alicante. Un inconmensurable Urtasun dio muchos problemas al Breogán que seguía atascado en ataque y sin conseguir imponerse en el juego interior. Además, la rigurosa actuación arbitral encendía los ánimos de la afición congregada en el Pazo. Mateo Díaz y Kacinas lograban mantener la renta de seis puntos, sorteando los zarpazos del equipo visitante. A pesar de ello, los de Pedro Rivero estaban mucho más acertados y seguían recortando lentamente la diferencia. Esto se consumó con una canasta de Gjoroski que adelantaba a los de la Costa Blanca por primera vez desde el inicio del partido.
El último cuarto arrancaba con Alicante desatado, aprovechando un desconcierto total en el equipo celeste. La intensidad y la mayor concentración no sólo eran visibles, sino que también se podía escuchar con los alaridos y gritos de ánimo constantes desde el banco alicantino, que parecían devorar a un Breo timorato. Seis abajo, Diego Epifanio puso pausa y aclaró conceptos con los suyos. Parecía imposible anotar para el Breogán, que se estrellaba una y otra vez con el hierro, por contra, los de Rivero golpeaban con dureza en cada acción ofensiva aumentando la renta a nueve a falta de 7.15. Aboubacar con un 2+1 tampoco logró reactivar a Leche Río Breogán, que seguía inusualmente desatinado, el parcial era de 3-12 a mitad de cuarto. Kacinas de tres provocaba un cambio que se confirmó con la entrada de Larsen. El danés supuso un soplo de aire fresco, dando más soluciones tanto en ataque como en defensa. Soluade consiguió poner a cinco a su equipo. El Pazo también hizo su parte, las 250 almas presentes llevaron en volandas a los suyos que se asomaron a dos puntos con un nuevo triple de Kacinas a falta de 2.20. Iván Cruz desató la locura en el coliseo breoganista con un nuevo triple que les permitía adelantarse en el marcador. Zohore forzaba la prórroga con un tiro libre en un final de infarto.
El Breogán arrancó el tiempo suplementario con la garra que le faltó en buena parte del choque. En los momentos decisivos, no fallaron y acabaron por comerse a Alicante. Un dos más uno de Iván Cruz puso por delante a los de Epifanio. Sollazzo ampliaba la ventaja a cinco. Larsen desde el perímetro dio la puntilla al rival y acabó por confirmar el triunfo lucense. Por tercera vez en su historia, el Leche Río Breogán se convertía en campeón de Copa.