El regatista vigués debuta en unos Juegos con viento, olas, un triunfo en la segunda regata y una posición óptima en 470 junto a Jordi Xammar
29 jul 2021 . Actualizado a las 10:28 h.En cuanto los barcos españoles pisan tierra en la isla de Enoshima, al sur de Tokio, les espera la psicóloga del equipo nacional, Patricia Díaz Tendero, para escuchar, reforzar o corregir mensajes. En su vocabulario figura siempre un verbo, luchar, y en cuanto los regatistas llegan a la zona donde les esperan los periodistas, lo utilizan de mil y una maneras. Fue un día en el que hubo que luchar mucho, todavía falta demasiado por luchar y estamos luchando con todo lo que tenemos. Después de colar el mensaje, el vigués Nico Rodríguez, recién bautizado como olímpico a sus 30 años, lanza una pregunta a la que, con el trajín de ordenar el barco, todavía no ha podido resolver con cálculos mentales .
—¿Y cómo hemos quedado en la general?
—Vais terceros.
—¿Vamos terceros? ¿En serio?
Pregunta sorprendido Nico Rodríguez, cuyo barco, junto a Jordi Xammar, lidera el ránking mundial de 470, porque el día se torció temprano. En la primera regata, a las doce en punto del mediodía, firmaron un inusual décimo puesto. Navegaban con tanto respeto en un campo de regata cambiante, con tanto miedo de cometer un fuera de línea que les obligase a consumir el único descarte que concede la competición olímpica, que se terminaron quedando muy atrás. Como son los mejores, o lo aparentan bien, en la siguiente manga —una pendiente les queda por recuperar— se apuntaron un triunfo parcial. «Esto son unos Juegos. Es normal esa pizca de nervios y presión, pero hay que intentar enfocarla en todo el trabajo que hicimos estos cinco años, que son los que nos trajeron aquí, y lo que nos puede ayudar a sacar esto», valoró el debutante. «Hay que seguir luchando». Eso.
Iago López: «El tiempo cambia mucho respecto a lo que dicen los partes»
Meses de trabajo para que al final las regatas olímpicas consistan en salir, ver y decidir sobre la marcha. «Pocas certezas encuentran los regatistas en los primeros días de la competición olímpica de los Juegos de Tokio. Por lo que la intuición y el oficio juegan un papel importante. «Es curioso que, aun teniendo unos buenos partes meteorológicos, el tiempo cambia un montón. Creíamos que iba a haber más viento y en otra dirección diferente a la que ha soplado. Incluso conociendo los partes hay que estar muy al loro». Lo razona Iago López, pese a su papel de segundo clasificado a un punto del líder de 49er, Gran Bretaña.
A ese puesto llegó el 49er español gracias a dos buenos inicios y una remontada desde el puesto duodécimo al quinto. «Estuvimos muy coordinados, con las ideas cosas muy claras y todo funcionando», resumió.
Seis veces campeones del mundo de 49er, los neozelandeses Peter Burling y Blair Tuke son quintos de forma provisional, ya descartado su pobre duodécimo puesto del primer día, aunque siguen teniendo en sus resultados un amenazante octavo puesto. «Ellos son una pareja súper consistente, aunque empiecen el campeonato mal, luego de repente acaba y los ves haciendo mangas seguidas en el podio. Creo que todavía es demasiado pronto», cerró Botín.
«Tuvimos una coctelera de olas», indica Echegoyen, feliz por «gestionar la presión»
«Estamos contentas de haber salvado el día de ayer [por el martes] demostrando que tenemos condiciones. Hemos venido aquí a luchar por una medalla y ahora estamos en puestos que nos lo permiten. Pero no nos podemos relajar», resumía Támara Echegoyen tras la segunda jornada. Disputaron otras tres regatas para completar las seis previstas en los dos primeros días. Por eso podrán disfrutar del descanso durante el día de hoy: trabajos en el barco, horas de sueño y estudio de lo que llega ya mañana, viernes, tercer día de competición, otras tres mangas para consolidar su puesto.
El mar se levantó ayer de forma muy incómoda para los regatistas. «Ha sido un día bastante complicado. La ola es grande, y para este tipo de barcos es bastante difícil, incluso cuando bajó el viento, la dificultad en la maniobra era grandísima y cualquier error podía llevarte al agua», añadió la regatista pontevedresa.
«Al final hemos gestionado la presión. Demostramos que sabemos gestionar la presión en los momentos en que se nos exige —indicó Echegoyen en relación con el octavo puesto provisional con el que habían terminado el martes—. Ahora nos reímos pero hemos estado muy concentradas incluso en los momentos en que es fácil la conducción. Tuvimos una coctelera de olas».