
Cinco triunfos en cinco partidos: con el danés titular, los rojiblancos dejaron atrás una racha de ocho jornadas sin conocer la victoria
22 abr 2022 . Actualizado a las 13:51 h.De ensueño. Así está siendo el regreso de Christian Eriksen a los terrenos de juego después de su paro cardíaco. El Brentford le dio la oportunidad de volver a sentirse jugador. Y él no ha desaprovechado la ocasión para recordar al mundo su talento. La incertidumbre acerca de su continuidad como futbolista de primer nivel, se disipó. Porque Eriksen disfruta del balompié, y el conjunto rojiblanco disfruta de él.
Las abejas eran incapaces de ganar en la Premier League. Un círculo vicioso del que lograron salir gracias a Eriksen. El danés debutó con el Brentford el 26 de febrero. Con una sonora ovación, ingresó al campo en el minuto 52. Su tan deseado regreso. Los rojiblancos cayeron frente al Newcastle por dos goles a cero. No pudo impedir un nuevo traspié de su equipo. Pero sí que lo haría, una jornada después, cuando partió como titular.
Con un hueco fijo en el once titular de su compatriota Thomas Frank, el conjunto inglés firma sus cinco partidos por triunfos. Con el 21 a la espalda, salió de la partida, por primera vez, el 5 de marzo. En ese partido arrancó su racha. Los rojiblancos vencieron al Norwich con un hat trick de Ivan Toney. El Brentford llevaba sin ganar en liga desde el 2 de enero. Un triunfo por la mínima contra el Aston Villa.
Asistencia contra el Burnley y gol al Chelsea
El Burnley fue la siguiente víctima del efecto Eriksen. Nueva titularidad. Nueva victoria. Y, también, nueva participación de Toney. El inglés anotó por partida doble, y uno de los goles llegó con asistencia del danés. Tres puntos más para las abejas.
«Desde el primer momento estaba convencido de que podría ayudarnos, y que contratarlo sería una gran operación, quizá la mejor en la historia del Brentford», afirmó Thomas Frank tras el partido frente al Burnley. No se equivocaba.
La felicidad llegaba al Brentford Community Stadium cuando el Leicester frenó en seco sus actuaciones. La alegría de unos y el desconsuelo de otros. Porque los foxes se reencontraron la victoria. Al descanso ya habían sentenciado su triunfo con dos goles de ventaja. Castagne anotó el primero a los veinte minutos y, diez más tarde, Maddison dejó un tanto para el recuerdo. Eriksen, de baja por coronavirus, no había entrado en la convocatoria.
Su ausencia se notó. Echaron de menos al danés, pero celebraron su tercera titularidad frente al Chelsea. Y, con ella, una nueva victoria frente al presente campeón de Europa. Una deshonra para los blues, que asistieron impasibles a un 1-4. Stamford Bridge no salía de su asombro. Entre tanto festejo, destacó Eriksen. El danés marcó su primer gol con las abejas. Tras un pase de Mbeumo, selló una gran finalización para batir a Mendy.
Dos nuevos triunfos y dos titularidades más del danés. Primero contra el West Ham, hace doce días. El segundo, ante el Watford la jornada pasada. Seis puntos más que demuestran el poderío de Eriksen para resucitar al Brentford. La tradición podría seguir aumentado mañana. Los rojiblancos reciben al Tottenham Hotspur. Duodécimos contra cuartos. Un duelo muy especial para el de Middelfart, que vistió la elástica de los Lilywhites entre el 2013 y el 2020.
El regreso a la selección, un broche de oro
Emoción. Esa sería la palabra para describir el regreso de Christian Eriksen con la selección danesa. El centrocampista salió desde el banquillo en el amistoso frente a los Países Bajos. Tras el descanso, Hjulmand le dio entrada. Aplaudió la grada del Johan Cruyff Arena, que le guarda cariño al danés porque se formó en la cantera del Ajax.
La exaltación se multiplicó cuando Eriksen volvió a marcar con Dinamarca... segundos después de ingresar al campo. El jugador lanzó un enérgico disparo a la portería neerlandesa. Flekken, que debutaba bajo palos, nada pudo hacer.
El centrocampista ha ido quemando etapas en su recuperación. Regresó a los terrenos de juego, encontró un hueco en el Brentford tras abandonar el Inter, redebutó con su selección... El fútbol ha vuelto a hacer feliz a Christian Eriksen. Se lo debía.