
A sus 46 años, afronta hoy en el PGA otro reto por su pierna reconstruida tras su grave accidente, entre la prudencia por su físico y la ambición de su carácter
19 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.En noviembre, cuando todavía se desconocía si volvería a jugar al golf, Tiger Woods lanzó un mensaje prudente. «Ya no necesito jugar contra los mejores del mundo para tener una vida plena. Tras mi última operación de espalda [en el 2017] tuve que escalar otra vez el Everest, tenía que hacerlo y lo hice, pero esta vez ya no tengo el cuerpo para hacerlo, lo asumo». Se refería a su enésima recuperación para volver a la cima y su milagroso triunfo en el Masters del 2019, entonces con 43 años. El pasado mes de abril, ofreció un conmovedor ejemplo, al competir con los mejores durante cuatro días en Augusta. Y ahora, seis semanas más tarde, ante el Campeonato de la PGA que hoy comienza (Movistar Golf, 15.30) en Southern Hills, en Tulsa (Oklahoma), recupera el símil del alpinismo. Aunque ya a nadie le cuesta imaginarlo haciendo cumbre el domingo.
Su relato comienza con el día siguiente a su participación en el Masters, y los cuidados para recuperar un cuerpo renqueante, después de cojear por el campo y mostrarse, a cada día de competición, algo más descompuesto que el anterior. «El lunes no fue divertido, la verdad. Tenía dolor. Tomé unos baños de hielo para reducir la inflamación. Pero después volvimos a la rutina, el martes trabajamos con la pierna y continuamos como siempre. Es como si la primera montaña que escalas es el Everest porque Augusta es el campo de mayor desnivel que vas a jugar, y fue el primero que escalé. Ahora va a ser más plano y mejor», comenta sobre el perfil del recorrido en el que compite desde hoy. El mismo escenario donde ganó el Campeonato de la PGA del 2007, el decimotercer grand slam de su lista de 15. Y un escenario donde aquel viernes de agosto —el torneo se disputaba en otras fechas— firmó una soberbia tarjeta de 63 golpes (-7), su resultado más bajo en un grande.
Woods rebaja la euforia a su alrededor, aunque no figura entre los máximos favoritos ni de las casas de apuestas ni de los principales analistas. «Todavía tengo días complicados y no será tan sencillo como la gente puede pensar», razonó el martes en Southern Hills.
Este nuevo y viejo Tiger de 46 años y una pierna reconstruida en febrero del 2021 durante una operación de seis horas compite hoy con la referencia del último Masters, analizado una y otra vez: «Me dolía, pero lo superé. Es algo más mental que físico. Me dije ‘he ganado con una pierna rota antes', [el US Open del 2008 con la rodilla destrozada]. Así que me motivé para seguir empujando. Sé cómo jugar al golf. Y, si puedo puttear bien, nunca se sabe qué puede suceder (...). Cada vez estaba más cansado, no tenía la resistencia que quería. Pero los meses van pasando y las cosas mejoran».
Para Woods la primera victoria fue reaparecer en un grande, la siguiente pasar el corte y la tercera completar las cuatro rondas del Masters en el puesto 47 con algunos momentos soberbios. Aunque a cada jornada le siguiesen los baños de hielo y las sesiones de fisioterapia sobre la camilla. «Me he vuelto más fuerte desde entonces. Me seguirá doliendo la pierna, y caminar es todo un desafío para mí. Puedo pegar bolas, pero el problema es caminar, y será así en el futuro, supongo».
A su alrededor, en todo caso, nadie le descarta para la victoria. «Con Tiger nunca te atreves a decir que no, pero este no es un campo que le vaya mucho, porque es muy largo y no es fácil de andar. Le va a costar. Pero, claro, Tiger es Tiger. Quién habría dicho que Jack Nicklaus iba a ganar el Masters de 1986 [con 46 años]; y lo hizo. Como esté ahí arriba el domingo, cuidado…», considera Jon Rahm. ¿Y qué dice Woods, el ganador, de abrazarse a la copa el domingo? «Sin duda, siento que puedo. Solo tengo que salir y hacerlo, tengo que hacer mi trabajo. Esto empieza el jueves y estaré preparado». Como siempre, el mundo le contempla.
Rahm, principal opción en una participación con cuatro españoles
Jon Rahm compite durante hoy (20.36) y mañana en uno de los partidos de más nivel del Campeonato de la PGA, el que reúne a los tres primeros del ránking mundial, pues el español, número 2, juega con Scottie Scheffler, el 1 del mundo, y con Collin Morikawa, el 3.
Otro partido de alto voltaje reúne hoy (15.11) a Tiger Woods, Jordan Spieth y Rory McIlroy, que juntos suman 22 títulos de grand slams. Además de Rahm, compiten en el Campeonato de la PGA otros tres jugadores españoles, Pablo Larrazábal, Adri Arnaus y Sergio García.
Una marca para García
En Southern Hills Sergio García disputará su grand slam número 93. De esta manera, igualará las presencias en majors de Chema Olazábal, tal como recoge Ten-golf. Seve Ballesteros se quedó en 87.