Es un jugador con personalidad, competitivo y valiente, que no se arruga en los instantes diferenciales de los partidos
14 sep 2022 . Actualizado a las 21:20 h.No hay ningún gran equipo, ninguno que haya pasado a la historia, sin liderazgo. Y, obviamente, no hay liderazgo sin líderes. La selección española de baloncesto los tiene. Seguro. Tanto dentro como fuera de la cancha. Y es bien cierto —al menos me lo enseñaron a mí de ese modo— que los equipos los construye un buen entrenador. Pero a la vez, y de eso hace mucho tiempo que no tengo ni la más mínima duda, estoy convencido de que el juego es de los jugadores. Ellos son los que están dentro de la cancha, los que ejecutan las decisiones, los que las hacen buenas, los que hacen real la visión del líder-entrenador. Aquí es donde emerge con mucha fuerza, y por encima cualquier consideración, la figura de un jugador como Rudy Fernández.
Supongo —lo sé— que no le cae bien a todo el mundo. No lo conozco personalmente. En cambio, sí que he coincidido con su hermana Marta, una excelente jugadora en su momento. Ella nunca se escondía en los momentos difíciles de los partidos. A pesar de no conocerlo, el de Palma me cae muy bien. Es de esos tipos a los que, seguro, me gustaría entrenar.
Porque Rudy Fernández es un jugador con personalidad, competitivo y valiente. De los que no se arrugan en los instantes diferenciales de los partidos, en esos momentos que definen a los grandes deportistas.
Un líder necesario
Rudy forma parte de esa estirpe. No piensa en el error anterior, sino en lo que viene a continuación. No pasa por el juego, sino que es uno de los que lo marcan. Y, en esta edición del Eurobasket, su figura cobra, en un equipo relativamente inexperto, una importancia capital. Tanto dentro como fuera. En el campo y en el banquillo. En el juego y en el entrenamiento. En el día a día.
Portador de un legado de grandes resultados, Fernández ha recogido el reto y se ha convertido en el principal líder de un equipo que está superando todas las expectativas que se habían puesto en él en un primer momento. Su partido del pasado martes ante Finlandia es de los que hay que ver y guardar para el recuerdo.
Los galones en el vestuario
Dicen, y estoy seguro de que así fue, que en el descanso de ese encuentro contra el combinado nórdico tomó el mando y dijo unas cuantas cosas claras en el vestuario. Faltaría más. Y es que toda manada necesita un lobo que la guíe. Especialmente cuando llega el invierno. Y Rudy Fernández lo hizo en el último partido del Eurobasket, cuando más le necesitaban.
La sabia gestión de Scariolo
Sergio Scariolo, inteligente en la gestión de grupo, destacó y ensalzó al jugador del Real Madrid. Como debe ser. Otro líder más usando la inteligencia. Me parece que a esta manada aún le quedan algunas cacerías grandiosas por hacer. El líder lo sabe, es consciente de ello. Y está dispuesto a ponerse delante tirando y sirviendo al grupo.