Deportivo y Córdoba: dos grandes equipos, frente a frente

Carlos Brizzola

DEPORTES

César Quian

03 dic 2022 . Actualizado a las 22:33 h.

El partido mostró a dos de los candidatos al ascenso. Fue un primer tiempo en el que, de inicio, al Dépor le costó encontrar la posición, pero luego sí generó su fútbol y situaciones de gol claras. Las ocasiones de Quiles, Isi Gómez y Soriano tenían que haber acabado en la red, pero el portero del Córdoba no lo permitió. Así, el Dépor llegó al descanso con merecimientos de ir por delante en el marcador. El paso por los vestuarios cambió el partido. La presión avanzada del Córdoba fue más eficaz y a los blanquiazules les costó más salir desde atrás. Solo encontraron ocasiones por la aportación de Quiles, que ya en el primer tiempo había sido fundamental para su equipo, y en el segundo resultó el único que desequilibró.

El Córdoba fue entonces un adversario muy fuerte, duro, agresivo, con buen manejo del balón y buenos futbolistas. A mí me gustó, como también destaco al Dépor, que sigue en franca mejoría. En el segundo tiempo primó el respeto por parte de los dos equipos, pero hay que reconocer que el empate final benefició más al Córdoba.

La progresión del Dépor sigue vigente, sobre todo por lo visto hasta el descanso. Acabó otro partido con la puerta a cero y, además, dispuso de suficientes ocasiones para ponerse por delante. No lo consiguió por las buenas intervenciones del guardameta rival, aunque fueron situaciones en el área pequeña en las que el balón tiene que acabar en la portería. Ahí faltó maldad a los rematadores, pero el resultado no me dejó descontento.

En cuanto a los que aparecieron desde el banquillo, Yeremay salió muy preocupado de las situaciones defensivas y no tuvo ocasiones de hacer lo que en él es destacable. Entró en un momento en que el Dépor había perdido protagonismo ofensivo, y eso no le vino bien. Zalazar tampoco mitigó esa sensación de que el Dépor se diluyó en un tercio final de partido de buenas intenciones, pero sin llegada.