Pelé, un físico portentoso que hacía cosas maravillosas con el balón

Javier Irureta

DEPORTES

29 dic 2022 . Actualizado a las 20:37 h.

 Pelé era mi jugador favorito en mi juventud. Ganar tres mundiales, y tan joven cuando consiguió los primeros… Es difícil decir quién ha sido el mejor futbolista de la historia porque cada época es diferente, pero que ha sido de los mejores es indudable. Hacía cosas con una serenidad pasmosa, como aquel quiebro que le hizo a Marzurkievicz en el Mundial de 1970 en el que dejó pasar el balón sin tocarlo, y luego también es verdad que le tocó jugar con compañeros muy buenos tanto en el Santos como en la selección brasileña. Posiblemente los mejores de la época. Recuerdo que en los años sesenta yo ya lo hablaba con el gallego Jose Armando Ufarte, mi compañero en el Atlético de Madrid. Él había estado en Brasil jugando en el Flamengo y el Corinthians entre 1958 y 1964, que fueron los años de la explosión de Pelé, y me lo decía: «¡Jo, qué jugadorazo es!». También lo debatíamos con los argentinos que teníamos entonces en el Atleti, Griffa y Cardona.

Y así estábamos hasta que una pretemporada vino el Santos a jugar contra nosotros. Fue el 17 de septiembre de 1969, en un partido de homenaje a Rivilla, que fue campeón de Europa con España y se retiraba. Yo llevaba poco tiempo en el club y Marcel Domingo me dijo: «Tú, detrás todo el tiempo de Pelé». Y ahí estuve, más o menos. Como para ir al choque con él. Era más fuerte que yo con más centímetros. Mi triunfo era que no metiese ningún gol, y no lo hizo. Creo que pegó alguna en un poste, pero no entró. Todavía lo sigo festejando como el gol más importante de mi carrera. Que, habiendo marcado a Pelé, no hubiese conseguido anotar aquel día. El ala izquierda de aquel Santos era Pelé y Edú, que era un zurdo buenísimo también.

Recuerdo que años más tarde lo hablaba con Mauro Silva y él me decía: «Jabo, también era un espectáculo verlo en la playa por la calidad que tenía». Curiosamente, aquel día, si a mí me tocó marcar a Pelé, a Paco Melo, mi querido segundo entrenador en todos los años del Deportivo, le asignaron a Edú. Nos ganaron. Pero aquello para mí fue la consagración de un mito. El ver a Pelé de cerca fue muy grande para mí. ¿Ustedes saben qué cuádriceps y que pecho fuerte y duro tenía? Increíble. Y luego hacía cosas muy buenas con el balón. Dejaba pasar el balón, regateaba, amagaba… Era diestro, jugaba por la izquierda como número 10, y hacía cosas maravillosas. Para mí fue milagroso poder jugar contra él y marcarle.