La expulsión condicionó el derbi entre el Dépor y el Celta B

Carlos Brizzola

DEPORTES

César Quian

26 mar 2023 . Actualizado a las 22:00 h.

Fue un primer tiempo muy parejo. Se vio desde el principio que iba a ser un partido complicado. En los primeros quince minutos, el Celta B jugó más en campo del Dépor que al revés. Los coruñeses no supieron encontrar bien las marcas en los costados del Dépor, donde Carrique y Medrano aprovecharon los espacios para correr.

Villares acudió entonces al rescate como tercer central, porque Lautaro y las dos bandas del Celta B hacían peligrar la estabilidad defensiva. El filial fue mejor al principio, pero sin alterar a los locales, que poco a poco se hicieron con el control, aunque sin llegadas a línea de fondo ni disparos.

El Deportivo se fue al descanso sabedor de que le quedaban 45 minutos por delante en superioridad numérica. Y en el segundo tiempo salió lo que planificó. A partir de entonces fue superior y supo esperar el momento propicio, no se volvió loco. En este sentido, le vino muy bien la entrada de Svensson. Contra un rival en inferioridad hacía falta un jugador que corriese a los espacios, por lo que el Dépor pasó a jugar 4-4-2, un sistema que parece más defensivo que el anterior, pero que era adecuado, porque ese jugador ingresó para cambiar la dinámica de su equipo en el partido.

Y llegó la jugada de Soriano que acabó en las botas de Lucas para definir un balón en que es infalible. Con el 1-0 el Deportivo aún jugó con más tranquilidad, pausa y control. El segundo gol llegó gracias a un excelente desmarque de Svensson. Y marcó otro infalible, como es Quiles desde los once metros. Raso, fuerte y contra el palo. Partido sentenciado. Todo salió bien para el Dépor, con la salvedad de que no hizo remates cuando estaba once contra once. Fueron tres puntos importantísimos.