La dulce españolización del Wisla Cracovia

DEPORTES

Los gallegos Miki Villar y Luis Fernández celebran un gol en un partido reciente.
Los gallegos Miki Villar y Luis Fernández celebran un gol en un partido reciente. fot. Kazek K

Tras bajar por primera vez a la Segunda polaca, resurge con Luis Fernández al frente de una flota con siete españoles lanzada desde el fichaje de Miki Villar

10 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Más de una veintena de títulos y dos clasificaciones para los cuartos de final de la vieja Copa de Europa adornan los 116 años del Wisla Cracovia, uno de los clubes más exitosos y con mayor respaldo social de Polonia. Sus tiempos más dulces, sin embargo, quedaban lejos, cuando hace poco más de un año Luis Fernández Teijeiro (Burela, 1993) despidió su efímera aventura en el Khor Fakkan emiratí y se unió a sus filas. El canterano del Deportivo, que se perdió los encuentros decisivos por una expulsión, vivió en sus carnes el primer descenso a la segunda categoría en la historia de la entidad.

«Vine porque me dijeron que la idea era salvar la categoría y este año volver a luchar por los títulos. Bajamos y yo tenía contrato con el club. Fue un obstáculo, pero no tan grande como muchos que he pasado en mi carrera», relata un delantero que asume el rol de líder en un equipo al que también le costó arrancar el nuevo curso en la Fortuna 1 Liga. «Al principio fue muy complicado. Es un club muy grande, con una gran afición, y se generó mucha presión», dice el segundo capitán del Wisla y máximo goleador, con 18 tantos, de una segunda división polaca donde los suyos han despegado tras el mercado invernal.

El nuevo director deportivo, el catalán Kiko Ramírez, reclutó a otros cinco españoles para una plantilla donde ya estaban el propio Luis Fernández y el delantero Ángel Rodado. Llegaron Tachi, Sergio Benito, Álex Mula, el ex del Celta David Juncá y Miki Villar Alonso (Nigrán, 1996). Sus incorporaciones han dado un innegable salto de calidad a una escuadra que, desde entonces, encadena siete victorias consecutivas y ha pasado de ver el ascenso directo a ocho puntos a situarse solo a dos.

Los españoles, integrados

«Hay un director deportivo español que hizo un buen trabajo para ver qué puesto era necesario reforzar. Que seamos tantos, ayuda a aclimatarnos, aunque el idioma es imposible. Desde el primer día nos dijeron que no hiciésemos grupito de españoles, que todos fuésemos un bloque, y lo estamos siendo», repasa un Miki Villar que, tras un irregular paso por el Ibiza en Segunda División, vuelve a sentir la plena confianza del entrenador Radoslaw Sobolewski.

«Es verdad que la liga es un poco inferior a la española. Son muy potentes, pero peores técnica y tácticamente, pero venir aquí es un paso que necesitaba para volver a encontrar mi mejor versión. Creo que se está volviendo a ver el Miki del Compos», repasa un extremo que aportó dos goles y una asistencia y ha sido titular en los siete partidos en los que ha estado disponible desde su fichaje.

«Vine para relanzar mi carrera. Quiero ascender. El Wisla es un histórico con una afición espectacular y no puede permitirse estar en esta categoría», repasa un futbolista nigranés que contribuye a rescatar al Wisla Cracovia de «una pesadilla». «Por lo que me dicen el año pasado fue muy malo y este tampoco iba nada bien, pero los fichajes elevamos mucho el nivel y, sobre todo, hemos conseguido que la atención de los rivales se reparta en más jugadores. Ángel y Luis, que está marcando muchos goles, se han beneficiado de que estemos aquí», relata.

Luis Fernández comparte su teoría: «Todo va rodado. No es fácil adaptarse tan bien y han mejorado mucho el nivel del equipo. El ser tantos españoles nos ayuda, también a vivir experiencias fuera del fútbol, pero en el vestuario tratamos de hablar inglés, aunque hay algunos compañeros españoles que no lo dominan muy bien».

Tras superar varias lesiones graves y pasar también por el Asteras en Grecia y el Khor Fakkan, el 10 del Wisla protagoniza su mejor curso «por números y por juego» desde que salió del Fabril. Acumula 18 goles y cinco asistencias en apenas 22 apariciones en la Fortuna 1 Liga de Polonia. «Estoy viviendo una temporada magnífica y estoy muy contento en el club y en la ciudad. Es muy bonita, tiene un montón de actividad y su único problema es el frío, pero tanto mi mujer como yo estamos muy adaptados», relata el primero de los españoles en llegar a un club donde ejerce un papel muy protagonista. «A veces me toca asumir responsabilidades, tanto dentro como fuera del campo, ayudar a mis compañeros. Todo va rodado, y por eso los resultados también nos están acompañando», destaca el jugador burelense.