El centrocampista belga salió al rescate del City cuando peor lo estaban pasando y cubrió la baja aportación del noruego
10 may 2023 . Actualizado a las 01:12 h.Con todos los focos apuntando a Haaland, fue Kevin De Bruyne el encargado de aportar luz en las sombras. El belga se mueve como pocos en ese terreno pantanoso al que nadie parece prestarle atención. También en el verde, en esa parcela entre la defensa y el centro del campo madridista, esquivando cualquier marcaje y teniendo la portería de Courtois entre ceja y ceja. Suyo fue, de hecho, el primer disparo de los mancunianos en el partido. Desde el borde del área, un tiro duro pero no tan esquinado como le gustaría, lo que facilitó la parada del meta madridista.
Las tres siguientes oportunidades visitantes también contaron con su colaboración. La mejor, en la que se encontró con Haaland para hacer una de las jugadas que más puntos le han dado al City esta temporada. El gigante noruego se la dejó de cara en el círculo central y corrió sabiendo que el belga lo habilitaría al espacio, como así fue. Su zurdazo, no obstante, fue sencillo de atrapar para Courtois.
Con la mejoría del Real Madrid, poco a poco De Bruyne dejó de conectar con sus socios preferidos. Sobre todo con Bernardo Silva, pero siguió liderando la resistancia visitante a través de conducciones que devolvían a los ingleses a campo contrario.
El mismo papel le tocó ejercer tras el descanso, aunque entonces sí detectó que el negocio estaba a la altura de Modric, más preocupado de coberturas a Camavinga. Desde ahí, el centrocampista belga aprovechó para correr al espacio cuando la tenían Silva o Walker pegados a la banda. Fue así como llegó su segunda gran oportunidad, plantándose ante Courtois solo y cruzándole un disparo que solo la manopla derecha de Thibaut impidió que se fuese a la red.
A la tercera fue la vencida
Eran momentos en los que el City sufría sus peores minutos en todo el partido. Y es ahí cuando están obligados a aparecer los mejores. Así que De Bruyne se puso al lío. Desde ese interior derecho, apareció por la frontal del área para culminar de la mejor forma un robo de Rodri y una dejada de Gundogan. Como en su primera ocasión, le pegó a baja altura y con mucha potencia, pero esta vez más esquinada, imposible para Courtois. No hay otro jugador que haya marcado más goles desde fuera del área en la Champions en el último decenio. Es, además, el 33º gol en el que participa esta temporada, una estadística muy resaltable en el caso de un interior.
El tanto cambió la dinámica y volvió a igualar el duelo con un empate que los ingleses vieron con buenos ojos para volar de nuevo a las islas. Y ahí, otra vez fue crucial De Bruyne. En este caso, en vez de Berardo Silva, sus mejores cómplices fueron Rodri y Gundogan, con los que durmió el ritmo de lo que el Madrid intentaba convertir en un ida y vuelta.
Sin la mejor versión de Erling Braut Haaland, Guadriola volvió a tener en su rojizo centrocampista al seguro de vida que todo candidato a levantar la Copa de Europa necesita.