Imputado el hijo de Negreira por los pagos millonarios del Barcelona

Cristian Reino COLPISA

DEPORTES

Cedido

La jueza cita como investigado a Javier Enríquez a petición de la Liga, a pesar de que la Fiscalía le dejó fuera de las pesquisas

02 jun 2023 . Actualizado a las 17:48 h.

La jueza de Barcelona que instruye el caso Negreira, que investiga pagos millonarios del club azulgrana al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) José María Enríquez Negreira, en el marco de posibles de delitos de corrupción deportiva, administración desleal y falsedad documental, ha decidido imputar también en la causa a Javier Enríquez, el hijo de quien fuera número dos del estamento de colegiados, por supuesto blanqueo de capitales.

La Fiscalía, sin embargo, no le incluyó en la lista de investigados en la denuncia inicial que abrió el caso. El Ministerio Público presentó una denuncia, admitida a trámite por el juzgado de instrucción 1 de Barcelona, contra Sandro Rosell, Josep Maria Bartomeu, el Barcelona, Enríquez Negreira y los exdirectivos del club Óscar Grau y Albert Soler, además de la empresa de Negreira, Dasnil 95 SL.

A petición de la Liga, sin embargo, la jueza ha ampliado ahora la lista de investigados a Javier Enríquez, quien formó parte del entramado empresarial que ideó su padre para cobrar 7,2 millones del Barcelona durante 18 años, mientras era vicepresidente de los árbitros. En el auto que imputa a Javier Negreira, la magistrada amplía además la larga lista de delitos atribuidos y suma un presunto blanqueo de capitales.

Aunque tras escuchar su versión se le desvinculó en un principio de las actividades de su progenitor, ahora la magistrada Silvia López Mejía decidido finalmente cambiar su condición de testigo a investigado en la causa y será citado para comparecer en sede judicial durante los próximos meses. Javier Enríquez llevó a cabo numerosos informes sobre los árbitros que dirigían partidos del Barcelona en diferentes categorías y también trabajó para la federación española.

Ampliada la investigación

En la misma providencia, el juzgado barcelonés decidió este viernes el secreto de sus actuaciones durante un mes, «sin perjuicio de que pueda alzarse» para posibilitar el derecho de defensa, y ampliar el período investigado hasta el año 2001 como mínimo. En un principio, la causa abierta comprendía de los años 2016 al 2020, lo que equivale básicamente a la presidencia de Josep Maria Bartomeu. Posteriormente, se decidió una primera ampliación investigando también el mandato de Sandro Rosell y ahora se analizará lo ocurrido desde el 2001 hasta la actualidad, lo que incluye también las presidencias del club azulgrana por parte de Joan Gaspart y Joan Laporta.

La Fiscalía denunció a Negreira padre y al Barcelona y sostiene que el club azulgrana recurrió a los servicios del ex número dos de los árbitros para alterar a su favor los resultados deportivos. «Los hechos investigados indiciariamente se refieren a determinadas actuaciones de personas vinculadas al Barcelona tendentes a favorecer al club en la toma de decisiones de los árbitros y en los resultados de la competición», según la resolución judicial. La jueza recordó en autos anteriores que el delito de corrupción en el deporte se consuma con el mero ofrecimiento o solicitud y que, por tanto, no necesita que se produzca el resultado para su consumación.

La instructora aún tiene que pronunciarse sobre la petición del Barcelona, que solicitó ejercer como acusación particular en el caso Negreira. En su escrito, el club azulgrana apuntó que tanto la querella que presentó el árbitro Xavier Estrada Fernández, como la denuncia de la Fiscalía, dan a entender que la entidad azulgrana es la «ofendida» y «perjudicada».

El Madrid, acusación particular

De momento, la Fiscalía ya se ha mostrado contraria a que la juez admita al club como acusación. Sí la ejercerá el Real Madrid, al considerar la magistrada que la entidad merengue sería parte «perjudicada» si se confirman «determinadas actuaciones» para favorecer al Barcelona «en la toma de decisiones de los árbitros». En cambio, el juzgado rechazó la petición del Consejo Superior de Deportes (CSD).

Además de todo esto, y quizá es lo que más inquieta sobre todo a los aficionados culés, el Barça sigue a la espera de la decisión deportiva de la UEFA, organismo que podría no invitarle a participar en la próxima edición de la Champions, con el varapalo institucional, deportivo y económico que ello acarrearía.

Aunque Laporta ya se ha reunido con Aleksander Ceferin, mandamás del fútbol europeo, para intentar persuadirle de que su club no ha delinquido, y el Barcelona debe responder todavía a un formulario de la UEFA con 70 cuestiones relacionadas con este escándalo, ya hay dos inspectores que se muestran partidarios de una sanción ejemplar.