Yunio Barrueta: «Somos una familia y este año es todo mucho más fácil»

DEPORTES

EDUARDO PEREZ

Tras ganar al Betis, el Leyma estrena la LEB Oro en Riazor recibiendo al Alicante

15 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

«Saldremos a la pista a full de power». Así de claro lo tiene Yunio Barrueta (Aguada de Pasajeros, Cuba, 1993) de cara al estreno liguero de esta tarde en el Palacio de los Deportes de Riazor ante el Alicante (18.00 horas, LaLiga plus). Criado en Miami, después de que a su padre le tocase un visado en una especie de lotería en Cuba, militó tres años en la Barry University, para después instalarse en el baloncesto europeo en Bélgica, Israel y Francia. En su segundo año en el Leyma ya ha adquirido el rango de capitán junto a Álex Hernández. Un brazalete que no le pesa y para el que está acostumbrado. Un papel que está deseando desarrollar esta tarde en Riazor.

—¿Deseando debutar en casa, no?

—Claro que sí. Estamos muy contentos de jugar delante de nuestra gente.

—¿Qué sensación le dejó el primer partido ante el Betis?

—Dominamos en la primera mitad y, en el tercer cuarto, no es que nos relajaramos, pero ellos salieron muy fuertes. Por suerte, en una gran jugada al final nos pudimos llevar la victoria.

—¿Qué esperan de Alicante?

—Vienen de ganar por más de 40 puntos al Clavijo. Son un equipo muy fuerte en ataque y también muy físicos en defensa. No nos podemos relajar. Todos los juegos tienen que ser importantes.

—¿Cómo ve al equipo con respecto a la temporada pasada?

—Somos siete jugadores renovados y solo cinco incorporaciones. Básicamente, es el mismo grupo. Tenemos un buen equipo, pero este año será más fácil para los nuevos porque los demás nos encargamos de explicarles cómo es el sistema que le gusta a Epi y los entrenamientos son mucho mejores.

—Es su segunda temporada y ya es el capitán. ¿Cómo lleva eso?

—Para mí no es algo sorprendente. Desde chiquitito siempre fui capitán. Soy un líder dentro y fuera de la cancha. No es algo nuevo para mí. Es algo natural. Nací así. Cuando la gente necesita motivación, pongo de mi parte. Me gusta llevar la voz cantante.

—Empezó a entrenarse antes de comenzase la pretemporada.

—Terminamos la temporada en junio, me fuí de vacaciones a Miami y regresé antes que el resto de mis compañeros a A Coruña. Así que empecé a entrenarme con el preparador físico para mejorar en algunos aspectos.

—Empezó su carrera en el baloncesto universitario para luego dar el salto a Europa. ¿Le gustaría probar algún día en la NBA?

—No. Eso fue algo que quise antes de venir a Europa, pero después de ocho temporadas aquí, estoy muy estable. Muy cómodo. Mi carrera profesional va a terminar en Europa.

—¿Ya siente A Coruña un poco suya?

—Es una ciudad muy cómoda para vivir, tiene un poco de todo.Fue de las razones por las que elegí al Leyma. Pregunté a varios jugadores y ninguno me dijo nada malo de la ciudad. Es muy bonita, el clima es bueno, tiene playa, restaurantes muy ricos, y buen ambiente.

—Como buen aficionado a los tatuajes, ¿se ha hecho ya alguno en la ciudad?

—Sí. Me los terminé aquí. Encontré a un tatuador aquí muy bueno y me hice el hombro con él. Con ese ya me retiré.

—¿Como capitán también tiene la labor de poner música en el vestuario?

—La música durante el juego es algo muy importante porque a mí me anima mucho, pero no en el vestuario. Nosotros hablamos mucho. Somos una familia y despues de entrenarnos hablamos de todo, nos contamos chistes. Es lo bueno de tener tantas renovaciones. Ya todos nos conocemos y es muy fácil todo.

—Durante la temporada de la pandemia jugó en Israel. Viendo todo lo que está ocurriendo ahora mismo, ¿cómo fue su experiencia allí?

—Cuando me fui allí, ya me hablaron de ataques terroristas la temporada anterior a la que yo llegué. Tenía miedo, pero me decían que las cosas se habían calmado. Una vez en Israel, vi algún ataque muy cerca de la ciudad donde estaba. Me asusté porque yo estaba solo, y era estresante para mi familia. Me acerqué mucho a la gente de allí, y la verdad, es que soy muy buenos, pero también estaban asustados. Es un tema muy triste. Es un país maravilloso para que pasen cosas así. He hablado con algun compañero y, por suerte, están bien.