Las condiciones meteorológicas adversas y la escasez de ejemplares dificultaron las capturas en el comienzo de una temporada que en Galicia acabará el 6 de enero
18 oct 2023 . Actualizado a las 09:45 h.La temporada de caza menor en Galicia, que como norma general estará vigente hasta el 6 de enero, arrancó el domingo con unas condiciones meteorológicas adversas, pero con una actitud positiva entre los cazadores que compensa el pesimismo generalizado en una actividad que intenta reorientar sus objetivos.
bergantiños
«Algo pobre, de momento»
«Algo pobre, de momento». Así valora el arranque de la temporada de la caza menor Fernando Calviño Rumbo, presidente de la Venatoria de Bergantiños, el mayor tecor de la zona (20.000 hectáreas) y de los más grandes de la provincia, que afecta a varios municipios de Bergantiños y supera los 300 socios, que son una quinta parte de todos los federados en los 16 municipios de la Costa da Morte, con 24 cotos (el nombre que muchos aún les dan). Cree que «a caza está fallando», con más muertes de conejos por la vírica que otras temporadas. En su caso, el domingo cazó por la zona de Erboedo (A Laracha), y los resultados fueron regulares.
PONTEVEDRA
«Mejor de lo esperado, pero en un día es complicado hacer balance»
El presidente de la Federación provincial de caza, Francisco Couselo, reconoce que es pronto para valorar cómo arranca la temporada, teniendo en cuenta que el domingo fue un día de lluvia y mucha niebla en algunas zonas de Pontevedra y no pudieron estrenar la temporada. A pesar de estos condicionantes, reconoce que cada cuadrilla abatió a uno o dos conejos. «En líneas generales mejor de lo esperado, pero en un solo día es complicado hacer la valoración de una campaña que va hasta el 6 de enero», explica Couselo, que reconoce que el hábitat actual no favorece que haya conejos. «Es una especie que cada vez va a menos y son la base de la cadena trófica, es el alimento de la mayoría de los mamíferos, pero necesita sol y calor y si está en un bosque poco cuidado y sin limpiar sus condiciones empeoran», explica.
A pesar de la escasez de conejo, los cazadores seguirán saliendo al monte, aunque en algunas sociedades como la de Portas, solo permiten la caza con armas los domingos, no los jueves y los festivos, como ocurre en otros tecores. Su presidente, Manuel Martínez, reconoce que los conejos que se sueltan no se están adaptando. Los cazadores hace una suelta al año, pero al no haber un control de la repoblación, algo que exigen, «los depredadores acaban con todo».
Francisco Couselo advierte en la primera semana de la temporada que «con la caza se busca mantener una población estable y que los montes y el hábitat este cuidado después del abandono del mundo rural».
CERCEDA
Descontento
Generoso Vilar es el presidente del principal tecor de Cerceda, de algo más de 10.000 hectáreas. Tampoco está satisfecho con el arranque de la temporada, ni por cantidad de perdiz ni de conejo, y eso que en el inicio suele haber muchas piezas. Además de la enfermedad que afecta a los conejos, cree que la abundancia de aves rapaces, más que nunca, también hace mella. Con la caza mayor no pasa lo mismo, porque hay jabalí por todas partes.
A mariña
«Sen pena nin gloria, poucas expectativas»
«Sen pena nin gloria», comenzó la temporada de caza menor en A Mariña lucense. Ramón Canoura, presidente de la Asociación de Cazadores El Azor, en los municipios de Xove, Cervo y Burela, detalla las «pobres expectativas» que, un año más, depositan en la nueva temporada. «Aquí na Mariña a caza menor está condenada ao non haber xa sembra de trigo nin centeo», dice.
«Hai algo de arcea, pero aquí a cordiz e a perdiz xa é practicamente inexistente», apunta en el inicio de un curso al que sí se sumaron algunos afiliados a la asociación que preside, aunque con poca fortuna en sus batidas.
deza
«Foi un día positivo»
La temporada de caza empezó bien en Deza, con una jornada de domingo aceptable en la los aficionados cobraron las primeras piezas, especialmente de conejo pero también de perdiz. La lluvia, en algunos casos intensa, a lo largo de mañana del pasado domingo hizo que se vieran menos de los esperados Para el presidente de la Sociedade de Caza de Silleda, Ramón Iglesias, señala que «foi un día positivo». Su homónimo de Vila de Cruces, Manuel Mosteiro, considera que «foi un pouco como todos os anos». Este año en la zona las perspectivas son buenas, tras las exitosas repoblaciones de conejos y perdices, sobre todo.
ourense
«Pese a que el tiempo no acompañó, podemos decir que nos fue bastante bien, somos optimistas»
La lluvia dificultó en toda la provincia de Ourense el inicio de una temporada de caza que puso más barreras de las habituales a los aficionados a la actividad cinegética. Así lo confirmó Antonio Reinoso, delegado de la federación gallega, quien valoró el día como «una jornada de lo más corriente», para añadir: «Si el sábado fue muy agradable en lo climatológico, las lluvias del domingo fueron muy persistentes en el territorio de casi todos los tecores de la provincia. De esa manera no había tanto rastro en el monte y las capturas fueron muy pocas, tanto de conejo como de perdiz, que suelen ser los ejemplares estelares en la caza menor por estas tierras».
El delegado tampoco fue demasiado optimista en cuanto a esta primera parte de la temporada, puesto que «el hábitat cinegético por aquí se ha complicado bastante y las tareas de repoblación no son sencillas, además los tecores cuentan con muy pocas ayudas para llevarlas a cabo». Gracias a su experiencia al frente al frente de una sociedad de caza, Reinoso también abundaba en la necesidad de realizar un trabajo continuado en la gestión de las mismas: «Siempre digo que es lo mismo que mantener un hogar o una empresa. No se trata de trabajar para la temporada de caza en concreto, hay que hacerlo todo el año, cuidando las limpiezas y las tareas de sembrado. Y tampoco hay que olvidar que la repoblación no se limita a soltar ejemplares en el monte. Si dejas en medio de Nueva York a una persona que no ha salido de su pueblo, le costará aclimatarse y lo mismo sucede con especies que han crecido en entornos muy distintos a los del monte y nunca serán capaces de criar en otro ambiente».
Uno de esos ejemplos de trabajo continuado en el campo cinegético es el del Tecor de Piñor, donde su presidente José Carlos Otero, hacía una valoración optimista del inicio de la temporada: «Pese a que el tiempo no acompañó, podemos decir que nos fue bastante bien, eso sí, recordando que trabajamos mucho en la repoblación de conejo y de perdiz, porque de esta última ya no queda nada de un año para otro. Insistimos mucho en los desbroces y resembramos monte. De hecho, el 80 % de nuestra inversión fue destinada a esas tareas». También señaló, tras las primeras horas de la campaña, que sus compañeros en los cotos cercanos, también hicieron comentarios positivos sobre sus primeras salidas: «En la Serra Martiñá y en Oseira también salieron satisfechos, sobre todo de las capturas de conejo, que es en las que más tradición tenemos por estas zonas. Además, la lluvia caída realmente era esperada, porque el monte estaba muy seco. Aunque eso dificultó el trabajo de los perros, somos bastante optimistas para el resto de la temporada, en cuanto el monte responda a las temperaturas invernales».
lugo
«Hubo pocas capturas y es posible que al avanzar la temporada se salga a veces solo con los perros, pero sin escopeta»
Luis Eusebio Fidalgo, cazador y presidente de la federación gallega, explica que el primer día hubo algunos cazadores que cumplieron el reducido cupo que impusieron este año los tecores debido a la falta de caza. «Pero, por poner un ejemplo, en algunos casos el cupo era de dos perdices, y pocos lo consiguieron. Con eso está todo dicho. Quizá los desbroces, siembras y biotopos no han dado los resultados esperados porque la sequía ha podido más que todas esas medidas. Así que se espera una temporada de muy pocas piezas. Por eso, en algunos lugares ya están valorando la posibilidad de salir algunos días solo con los perros y sin escopeta a medida que avance la temporada, para tratar de conservar la caza menor», concluye Fidalgo.
AROUSA
«A caza menor cada vez vai a menos»
Víctor Mondragón es el presidente de la sociedad de caza Karsita de Vilagarcía de Arousa. Una entidad con unos 130 asociados y varios miles de hectáreas de tecor concentradas principalmente en el monte Xiabre, pero también en parte del de Lobeira. Este año, como el pasado, sus socios acordaron «pechar para o coello». Y es que «a caza menor cada vez vai a menos», dice Mondragón, llegando como sus compañeros de sociedad a una conclusión nada halagüeña: en estos tiempos toca centrarse más en trabajar la recuperación del monte que en disfrutar de él.
Este año, desde Karsita se arreglaron media docena de biotopos, elementos cruciales a la hora de intentar la repoblación de conejo. Con todo, es una labor ardua e ingrata: «O coello que compras para repoboar vén afeito a comer pienso e palla seca. De cen que soltas no monte, acaban quedando 10 ou 12», señala Mondragón. Un problema el de la alimentación que se suma al hecho de que «os montes non son como os de antes, están totalmente descoidados, e o coello quere zonas limpas».
Así las cosas, a falta de conejo, a qué dedicaron los cazadores de Karsita la primera jornada de caza menor el pasado domingo. «Algúns abateron unhas pombas, unhas torcaces, pero poucas», dice su presidente. Hasta tal punto está la situación de la caza menor en O Salnés, que «hai xente que vendo que a cousa vai cada vez a menos, desfruta máis vendo como o can levanta a peza e deixándoa ir pensando en que haxa máis no futuro».
«Los cazadores no somos terroristas»
Víctor Lueiro, de la sociedad de Caza y Pesca Urogallo, que cuenta con más de tres centenares de asociados en Ferrol, valora que se espera que esta sea una buena temporada en lo que a la caza menor se refiere debido, agrega, a las «grandes cantidades de caza que se han soltado». «Hemos liberado en torno a 400 conejos y sobre 150 faisanes aproximadamente y se ha procedido a hacer bastantes desbroces para que los animales tuviesen sitios para comer y proliferasen», reseña. Además, indica que la primera jornada de caza nunca es la mejor porque, destaca, «los perros no están compenetrados todavía y a partir del tercer o cuarto día es cuando se puede saber cómo discurrirá la temporada».
Labor de conservación del medio
Pone el foco el miembro de la sociedad ferrolana en la importancia de la labor que desarrollan en materia de conservación del medio. «No la considero deporte, la considero una actividad necesaria. Sobre todo cuando hablamos de caza mayor para frenar la superpoblación de jabalí», determina.
El relevo generacional en materia de licencias se da más en caza mayor que en menor porque, valora Lueiro, resulta más atractiva a los más jóvenes en el tecor. «Estás en contacto permanente con los compañeros, los perros llevan un collar GPS y la juventud está más familiarizada con este tipo de tecnologías, te mueves con el todoterreno», ahonda.
Según determina la imagen actual que la sociedad tiene del cazador está perjudicando la práctica de esta actividad e incluso, reflexiona, hay compañeros que ocultan su condición de cazadores para evitar juicios de valor. «El cazador no es un terrorista, es una persona que defiende el medio y gasta mucho dinero en protegerlo y siembra muchas especias que no estarían ya si no es por el cazador», asevera Lueiro. «Ir a cualquier zona de Ferrol y ver un conejo si no hubiera caza sería imposible», insiste el miembro de Urogallo.
En la suelta de conejos, aprecia, hay entidades en las que se apuesta por un modelo en el que liberan más ejemplares mientras que en Urogallo apuestan por las especies autóctonas. «Vale más un conejo criado en el monte que veinte soltados. A veces los comprados dañan mucho a los que hay en el monte por transmisión de enfermedades y por eso nosotros creemos que es mejor el conejo que queda de un año para otro sin cazar», dice. Porque, subraya, Ferrol recupera bastante bien y no es un área en la que resulte necesario acometer sueltas masivas y esto ha propiciado, detectan desde Urogallo, que cazadores de distintos puntos de Galicia se interesen por adherirse a la entidad.
Y es que en las últimas dos décadas Ferrol ha mantenido estable el número de licencias de caza gracias, reseña Lueiro, a las nuevas altas procedentes de otros ayuntamientos distintos.
«Los tecores de caza normalmente admiten a la gente que tiene propiedades en ese concello, es una norma. Aquí hace un par de años se acordó aceptar un número determinado de socios sin terrenos y por eso no se han notado las bajas de las personas de edad avanzada», incide sobre la radiografía actual de la caza en un área que, destaca, hay una densidad importante de conejo.
«Lo que hay en Ferrol y Narón no lo hay por ahí, es muy difícil de ver en cualquier parte de Galicia» concluye Lueiro que destaca que cada año llegan al área cazadores procedentes de distintos puntos de la región a la vista de este contexto. Tanto es así, agrega, que una vez superado el cupo de socios foráneos hay personas que se dan de alta para entrenamientos sin derecho a caza. «Vienen de todas partes simplemente a entrenar, porque hay mucho», zanja Lueiro.
Información elaborada por Nieves D. Amil, Elba de la Barrera, S. G. Rial, Iván Rolle, Rocío Ramos, Luis M. Rodríguez, Miguel Á. Cabana, Pablo Penedo y P. G. Cundíns.
La gestión de los tecores es determinante
Francisco Couselo
La temporada de caza menor empezó con luces y sombras. Dependiendo de los lugares hay más caza, hay menos o incluso no hay nada. Hoy en día, la caza menor se debe en principio, a la gestión que hagan los tecores, las sociedades de caza. Eso no implica que, si se hace una buena gestión los resultados sean buenos. Depende de muchos condicionantes que son determinantes. Echamos de menos, por ejemplo, la autorización para el control de los depredadores. La gestión se basa en dos cosas: en la preparación del hábitat y la repoblación. En esta última tiene que primar la calidad de lo que se suelta, a la cantidad. Eso es fundamental. Y, después, hay que rezar para que no venga cualquier peste o enfermedad, como la hemorragia vírica o la mixomatosis que eche el trabajo de todo un año por los suelos. Y esto suele ocurrir, suelen aparecer a mediados del mes de septiembre.
Los conejos, por ejemplo, al igual que cualquier animal, necesitan luz y calor para reproducirse. Si están los días grises, está prácticamente hibernado y no hay actividad. Al hacer buen tiempo este año y alargarse el verano ayudó a que las reproducciones fuesen más y estuviesen preñadas dos o tres veces al año cuando lo normal es que fuese una o dos ocasiones. Cuando más conejos haya, si aparece una enfermedad, más población va a quedar.
Si hablamos de especies, el conejo, hay poco pero está extendido en toda la provincia de Pontevedra. La perdiz, si salimos de la zona de Deza, Baixo Miño y alguna zona donde hacen buenas repoblaciones, prácticamente no se ve en el monte, a no ser que se lleve una foto de casa. El faisán es una especie alóctona, pero donde está permitida su repoblación, sí que esta dando bastante juego, sobre todo por la zona de O Salnés y algo por Deza.
El zorro es también una especie de caza menor que da bastante juego a los cazadores y no podemos olvidarnos que aún siendo un depredador ayuda a la caza porque si tenemos la mala suerte de que haya una enfermedad va eliminando a esos conejos enfermos y evita, al mismo tiempo, que se vaya extendiendo la enfermedad. Aunque si hay muchos zorros y pocos conejos sanos, al final es malo, pero es la biodiversidad. El conejo es la base de la cadena trófica y es de donde se alimentan la mayoría de los carnívoros y si llega a desaparecer el conejo tendríamos bastantes problemas. Luego tenemos en Deza la liebre en auge.
El primer día de caza hubo gente en Pontevedra que no pudo salir a cazar por culpa de la niebla. Está prohibido por seguridad.
Pero habrá que esperar, porque un primer día no es significativo y quedan aún muchos para ir viendo cómo va a ir la temporada. Por suerte, hoy en día no se sale al monte con la esperanza o la necesidad de traer carne para casa. Hoy se sale al monte con esa necesidad de disfrutar del día, de los perros, de la naturaleza, de pasarlo bien e incluso después tomarnos algo con los compañeros de caza y con seguridad, que prima ante todo.
Francisco Couselo es el presidente de la Federación de Caza de Pontevedra