El golf aguarda la multimillonaria decisión de Rahm sobre LIV Golf

DEPORTES

SERGIO PEREZ | EFE

El español, blindado cinco años para jugar los grandes, estudia una oferta de unos 550 millones del elitista circuito saudí

06 dic 2023 . Actualizado a las 23:01 h.

Un año y medio después de que el nacimiento de LIV Golf sacudiese los cimientos del golf, se aguardan otros dos temblores en las próximas semanas. Por un lado, a final de mes expira el plazo que se dieron el calendario de capital saudí, el norteamericano (PGA Tour) y el europeo (DP World) para plasmar un acuerdo de convivencia, que armonice las fechas de los torneos y elimine las sanciones a los jugadores por cambiarse de circuito; y, además, Jon Rahm medita un acuerdo con LIV, según han publicado medios de varios países y admiten estrellas como Jordan Spieth. El jugador español, de 29 años, podría comprometerse con el evento impulsado por el Public Investiment Found de Arabia Saudí (PIF) a cambio de unos 550 millones de euros, (el último en confirmarlo fue ayer el Telegraph). Además, su fichaje llegaría en un momento en el que tiene blindada su presencia en los grandes hasta el 2028, y con la opción de convertirse en propietario de un equipo de la liga saudí.

¿Qué ha sucedido hasta hoy en la guerra del golf?

LIV irrumpió en el golf profesional seduciendo a las estrellas con grandes contratos, un calendario corto y torneos individuales y por equipos de solo tres días de duración y sin corte tras la segunda jornada. Los jugadores del PGA y el circuito europeo que decidieron jugarlo se expusieron a su expulsión, a sanciones y a su veto en la Ryder Cup (en el caso de los europeos). Como el calendario rebelde se creó sin acuerdo con los rectores del ránking mundial —al tratarse de un tour al que se accede en gran medida por invitación, y no por méritos deportivos—, sus campeonatos no puntúan la clasificación oficial. Ese círculo vicioso aleja a las estrellas del LIV algunos de los mejores torneos del mundo. Lo grand slams —independientes de los principales tours— mantuvieron una especie de neutralidad: admiten a los participantes que se clasifiquen, vengan de donde vengan, pero, en la práctica, a la larga serán de difícil acceso para los miembros del LIV.

¿Qué postura ha mantenido Rahm?

Desde la creación de LIV, Rahm se alineó del bando de los circuitos tradicionales. Por varios motivos: se declaró enamorado del legado de los torneos clásicos, dijo sentirse colmado con las ganancias que ya recibe y que podrían garantizar incluso el futuro de sus hijos, y criticó el formato del circuito asiático. Con el paso del tiempo, el español se mostró cada vez más comprensivo con las estrellas que se marcharon al nuevo evento, pidió la presencia de sus jugadores en la Ryder y, poco a poco, corrigió su discurso. De hecho, se había comprometido verbalmente con un rompedor proyecto por equipos que pretendía, en parte, ejercer de contrapeso al LIV, al disputarse en un solo día, con un formato rápido pensado para su comercialización en horario de máxima audiencia televisiva y mezcla de golf real y virtual a través de simuladores. La TGL, impulsada por Tiger Woods y Rory McIlroy en colaboración con el PGA Tour. Pero hace un mes dio un portazo al proyecto. Ese cambio es movimiento de Rahm alimentó la tesis de que negocia un multimillonario contrato con LIV.

¿Qué ha dicho el jugador español?

Rahm ya desmintió en septiembre del 2022 su incorporación a LIV Golf cuando varias informaciones apuntaron a su desembarco como principal reclamo del calendario de capital saudí. Esta vez calla. No solo se desvinculó hace unas semanas del TGL, sino que por ahora ha renunciado a defender su título en el American Express Desert Classic en enero. No ha hecho lo mismo en otros torneos del PGA Tour, como el The Sentry, entre cuyos participantes sí figura.

¿Por qué es un momento clave para Rahm?

Cuando en abril se proclamó campeón del Masters de Augusta, Rahm se ganó cinco años de invitación a los grand slams. Es decir, aunque ahora rompa con el PGA Tour, sí podrá disputar los cuatro eventos más importantes del año. Además, justo ahora se negocia la paz definitiva entre los diferentes calendarios. Es decir, podría firmar en el instante justo en el que LIV necesita reclamos como medida de presión que lance un mensaje rotundo: continúa haciéndose con nuevas estrellas. Más adelante, el circuito saudí quizá ya no necesite ofrecer contratos mareantes, cuando se haya permitido el tránsito de los jugadores de unos circuitos a otros.

¿Qué cifras paga el evento que puso patas arriba el negocio?

LIV ofreció a Tiger Woods hasta 800 millones hace un par de años por unirse a su proyecto. Así lo aseguró Greg Norman, padrino y relaciones públicas del circuito. Cien millones como imagen del evento los rechazó Jack Nicklaus, y 200 sedujeron a Phil Mickelson para jugar y ejercer de principal cartel. El ganador individual de cada uno de los torneos recibe cuatro millones, mientras que las clasificaciones por equipos reparten también bolsas mareantes, hasta completar los 25 millones de cada evento.