El ala-pívot luce el 24 a la espalda en honor a su ídolo, Kobe Bryant
14 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Sean McDonnell (San Diego, 1995) lleva toda la vida intentado demostrar que vale para el baloncesto. Le costó lo suyo, pero por fin ha encontrado su sitio. En su primera temporada en el Leyma admite vivir su mejor momento profesional. Mañana volverá a demostrar su talento ante el Clavijo en Riazor (21.00 horas, LaLiga plus).
—¿Qué supuso volver a ganar en una cancha tan complicada como la del Gipuzkoa?
—Tenemos expectativas grandes. No habíamos dado nuestra mejor imagen en las últimas jornadas, y tenemos que ser capaces de sacar partidos en pistas difíciles. El otro día demostramos que podemos competir y ganar a cualquier equipo. Trabajamos muchas horas para ganar.
—Fue el primer el primer fichaje de la temporada, ¿cómo se ha adaptado a su rol en la rotación?
—Muy bien. Tenía muy claro que quería a Epi y al equipo. Soy muy consciente de lo que puedo aportar: defensa, rebote, energía, tiros abiertos.. Eso es lo que me pide Epi, y es un feed perfecto.
—¿Cómo afronta las derrotas?
—Si doy todo en un partido, puedo dormir tranquilo. Si tengo fallos de concentración, o el equipo no juega bien, me siento mal. Queremos ganar siempre, sobre todo en casa. Hay equipos con menos presupuesto contra los que no podemos perder, como ocurrió con Menorca y Cáceres.
—Puede jugar tanto lejos como cerca de la canasta, ¿dónde se encuentra más cómodo?
— He jugado mucho tiempo como 4 abierto, pero si tengo un defensor más pequeño, puedo hacerlo de 3, y castigar más cerca del aro. Ahora estoy más en un rol de rebotear, de defender. Tenemos grandes anotadores y creo que puedo aportar en otras cosas.
—Es el cuarto equipo en el que coincide con Olle Lundqvist.
—Su agente estaba conectado con un par de equipos en los que yo estaba, como el Ponferrada o El Palma. También en el Oviedo fue un poco así. Con el Leyma fue un poco por suerte. Es un gran amigo. Fui a verle a Suecia este verano antes de saber que iba a venir aquí. Me alegro mucho que podamos disfrutar un año más. Ojalá sean otros cuatro.
—¿Qué tal la vida en A Coruña?
—Ya la conocía. Las pasadas Navidades vine aquí con Olle, y había venido un par de veces con mi familia. Ya tenía una idea de cómo era la ciudad y el clima, porque yo soy de San Diego, donde nunca llueve. Estoy muy a gusto con el club, con la ciudad y con todo. Es un sitio donde podría vivir muchos años.
—¿Cómo comenzó a jugar?
—Porque mi padre es muy fan del baloncesto. De hecho, tanto él como mi madre jugaron. Él siempre me contó que se buscó una pareja alta, para tener hijos que fuesen altos que se dedicasen a esto. Y estoy aquí.
—¿Su pasión por los Lakers llegó también por él?
—Sí, sí. Él es súper friki. Yo algo menos.
—¿Por qué lleva el 24?
—Por Kobe Bryant.
—¿Llegó a conocerlo?
—Tengo un amigo, que conoce a los dueños de Los Ángeles Lakers. Fui con él a un par de partidos, a su zona reservada. Tuvimos la suerte de bajar a donde estaban los jugadores. Esperamos una hora y pude hacerme una foto con él.
—¿Le dijo algo?
—Sí. Le conté que llevaba el 24 por él y me contestó que siguiese trabajando duro.
—¿Qué siente ahora cuando alguien le pide un autógrafo?
—Me siento muy agradecido de que alguien pueda alegrarse de verme. He jugado en un colegio y una universidad muy pequeña, donde venían 100 personas. Ahora estoy en canchas grandes, y aún me siento un poco raro de que la gente venga a vernos.
—¿Objetivo: ACB o NBA?
—Nunca diré nunca, pero creo que estoy un poco viejo para la NBA. Estoy contento aquí. En mi primer contrato ganaba 150 euros y compartía piso con siete jugadores. Si ahora estoy en LEB Oro, por más dinero, ya he subido mis expectativas. Estoy muy agradecido. Siempre quiero estar al nivel más alto y trabajar por ello, pero he tenido una carrera de la que puedo sentirme orgulloso.
«Llevo Walsh en recuerdo de mi primo: murió en un accidente y recibí una señal»
Amante de la lectura y de pasar tiempo con sus compañeros, McDonnell devora series y disfruta descubriendo restaurantes.
—¿Cómo llegó a jugar en España?
—Llevo toda mi carrera intentando demostrar que valgo para esto. Jugué en un colegio muy pequeño y no recibí muchas llamadas después. Tuve que pagar para venir a España para hacer un campus y ver si alguien me fichaba. Estuve con otros cien jugadores intentando conseguir un contrato. Fiché en Tortosa, pero este año fue la culminación de todo el trabajo.
—¿Por qué lleva Walsh en la camiseta?
—Es el apellido de mi primo, que murió hace cinco años en un accidente de tráfico. Tenía pensado llevar su nombre a la espalda durante una temporada. Creo que este año va a se especial y por eso lo decidí así.
—¿Cree que este año va a ser diferente?
—Sí. Cuando fiché tuve claro que así iba a ser. Y lo sigo creyendo.
—¿Una señal?
—Sí. Del Universo. Hay que hacer caso a las señales. Estoy otra vez con Olle, en un equipo con 12 jugadores, con un staff con experiencia en ascensos, con una afición que crece cada partido y viviendo en una ciudad que me gusta.
—¿Qué aficiones tiene más allá del baloncesto?
—Leo un montón. Me gusta probar restaurantes, dar paseos, y pasar mucho tiempo con los del equipo. Veo mucho cine y series. Mi escritor favorito es Haruki Murakami.