El camino rápido pasa por ganar a Países Bajos este viernes, ya que una derrota obligaría al combinado nacional a desear que Francia, como anfitriona, elimine a Alemania en la otra semifinal
20 feb 2024 . Actualizado a las 19:18 h.La final a cuatro de la Liga de Naciones no solo puede llevar a la vitrinas de la selección femenina de fútbol otro título internacional al que sumar el Mundial logrado el pasado verano en Australia, sino también la deseada clasificación para los Juegos Olímpicos de París. La seleccionadora Montse Tomé confía en el bloque continuista que logró la estrella de campeona del mundo para acudir por primera vez a unos Juegos que incluyeron en su programa el torneo femenino de fútbol en 1996. La selección está a un paso de volver a cambiar su propia historia tras el salto dado hacia el cielo de las antípodas.
El billete y las opciones para acudir a la capital francesa pasa por tanto por la Liga de Naciones que se disputa en La Cartuja de Sevilla los días 23 y 28 de febrero, uno de los retos más importantes de la carrera de unas jugadoras que en los últimos tiempos han ido labrando un camino de reivindicaciones y mejoras para impulsar su profesionalización.
Dos partidos decisivos para las 17 campeonas del mundo convocadas por Montse Tomé en un bloque continuista que completan otras ocho jugadoras, donde Alexia Putellas y Tere Abelleira, que llegaron a la concentración con la selección española sin el alta médica de sus clubes, mantienen una dinámica de trabajo distinta y su participación en los partidos sigue siendo una incógnita. España se mide el viernes a Países Bajos en la primera de las semifinales. La otra la disputan Alemania y Francia, ya clasificada para los Juegos por ser anfitriona.
En el caso de ganar ante las Oranjes -séptimas del ránking FIFA, la selección española se aseguraría el billete a la cita olímpica. Tras el choque, las campeonas del mundo lucharán, o bien por ser las ganadoras de esta competición -lo que igualaría el campeonato logrado por el combinado masculino que dirige Luis de la Fuente, en junio ante Croacia -o por el tercer puesto. Ganar a las neerlandesas, a las que el equipo nacional ya venció en los cuartos del pasado Mundial tras una prórroga igualadísima, tendría un premio inigualable para la campeona del mundo.
El camino hacia París pasa por ganar a Países Bajos. Es la opción más rápida para las de Montse Tomé. Si España llega a la final del día 28, obtendría la clasificación matemática. Una derrota ante las de Andries Jonker no cerraría, no obstante, las puertas a las españolas, que aún deberían poner los ojos en la otra semifinal.
Si España pierde ante el equipo en el que juegan figuras como Vivianne Miedema, Lieke Martens o la vasca Dámaris Egurrola, tendría que esperar a que Francia ganase a Alemania para tener una segunda opción. De perder España, si Francia también lo hace, el sueño olímpico se desvanecería. Sus esperanzas en caso de caer el viernes pasan, al tener las galas su presencia asegurada por ser anfitriona, por que estas alcancen la final de la Liga de Naciones, que dejaría la segunda plaza para el vencedor del partido por el tercer y cuarto puesto, que al igual que la final se disputa el 28 de febrero.