La selección entrenada por Montse Tomé culmina otro hito histórico tras vencer a los Países Bajos y confirma su presencia en sus primeros Juegos
23 feb 2024 . Actualizado a las 23:24 h.La selección española femenina vive un cuento de hadas. Tras su triunfo ante los Países Bajos en la semifinal de la Liga de Naciones (3-0), el conjunto dirigido por Montse Tomé ha conseguido, por primera vez desde que el fútbol femenino está en el programa olímpico (Atlanta 1996); paradójicamente, cuatro años después de que Barcelona los organizase.
Asimismo, se aseguran un hueco en la final y se verán en la misma tesitura que en Sídney: en circunstancias de sumar una nueva presea a sus vitrinas. El cuento de hadas de la selección y de esta generación de futbolistas no es solo metafórico.
INDIVIDUALIDADES
Dos ganadoras del Balón de Oro en sus filas
Pocos combinados nacionales tienen la fortuna de contar con una ganadora del Balón de Oro; Noruega, con Ada Hegerberg, y los Estados Unidos, con Megan Rapinoe. Sin embargo, el gran momento de las futbolistas españolas excede estos registros, con dos balones de oro: Aitana Bonmatí, vigente vencedora del galardón, y Alexia Putellas, dos veces ganadora del trofeo.
Sin embargo, cabe destacar a otras figuras como Salma Paralluelo (tercera en la votación del Balón de Oro), Jenni Hermoso o la gallega Teresa Abelleira, habitual eje de la medular, ayer en la grada junto a Putellas por lesión.
FUTURO
Dominadoras desde las categorías inferiores
Mientras la selección absoluta disputaba en Australia y Nueva Zelanda el Mundial, el combinado nacional sub-19, con Sonia Bermúdez al frente, conseguía el campeonato de Europa. Meses antes, una espectacular selección sub-20 lograba el título mundial ante Japón con Salma Paralluelo como protagonista. El poso de las más jóvenes ya impregna a la absoluta, que tiene en la aragonesa y en Vicky López dos diamantes para el presente y el futuro.
trofeos
Las mejores, a reafirmar su condición con el oro olímpico
Pese al reciente auge de la selección española femenina, el único trofeo colectivo en sus vitrinas (que no es baladí) es la Copa del Mundo. Sin embargo, con la clasificación olímpica ya en el zurrón, solo queda seguir pensando a lo grande.
El primer escollo en ese camino será Francia, su último obstáculo para añadir a su colección la primera Liga de Naciones Femenina de la historia. El siguiente llegará en julio, cuando la mejor generación del fútbol femenino español aterrice en París en busca del mayor premio posible: el oro olímpico.