Un Baxi Ferrol de armas tomar cae con honores ante un SPAR Gran Canaria con el agua al cuello (83-91)

Partido de contrastes en A Malata. Una victoria certificaba la salvación matemática del Baxi Ferrol y condenaba al SPAR Gran Canaria a aguas pantanosas. Los refuerzos del cuadro isleño, con una jugadora de la talla de Ndour, se impusieron a las locales por 83-91. No faltaron ni la garra ni la fe en las filas del cuadro naval, que rozó la posibilidad de soñar ya con cotas más altas que la permanencia.

Vamos ?? No pudo ser pero seguimos adelante ?#humildadytrabajo pic.twitter.com/iF6XkCz31i

— Baxi Ferrol (@UniFerrol) March 10, 2024

Alertaba Lino López antes del duelo de que poco o nada tenía que ver el SPAR Gran Ganaria con el equipo al que se impusieron las suyas en la primera vuelta. Con Ndour comandando ataque y rebote se pusieron por delante las visitantes en los primeros compases de choque en A Malata y evidenciaron que las locales tendrían que bregarse para hacerse con la duodécima victoria del curso. Un triunfo con el que certificar matemáticamente la permanencia en la élite el próximo curso.

Un triple de Pospisilovà, que salió desde el banquillo, insuflaba oxígeno a las suyas. No tardó mucho en apuntarse el segundo de la mañana la checa, evidenciando el papel clave que juega en este equipo. Igualdad total sobre el parqué y también el electrónico en un duelo de alto voltaje y exigencia física. «Ritmo, ritmo, ritmo», reclamaba Soriano en la última posesión del primer cuarto. Recogía Fequiere el guante con una jugada de 2+1. Réplica del Gran Canaria desde la línea de tiros libres y primer asalto con solo dos de ventaja para el cuadro local, que se imponía por 18-16.

JOSE PARDO

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Así se vivió el eléctrico partido entre Baxi Ferrol y SPAR Gran Canaria

José Pardo

Arrancó el segundo cuarto con mayor acierto por parte del cuadro isleño. Se recompusieron las ferrolanas, que con un triple con el que Mestres quitó las telarañas del aro de A Malata se marchaban a seis de distancia. Intensidad y pelea al máximo exponente de las de Lino López, que solo la muñeca de Ndour lograba paliar para las canarias que se jugaban sus opciones de seguir luchando por la permanencia. Sin descolgarse del partido aprovecharon las fisuras del combinado local las isleñas para ponerse uno por delante a falta de dos minutos para el descanso. Con metros para correr se mostraban letales las visitantes, que encontraron en una entonada Loville una gran baza ofensiva. Seis de ventaja para el SPAR Gran Canaria y mucho que ajustar para las de Lino López en el entreacto.

Una marcha más

A más de diez se escaparon las visitantes tras la reanudación. Sin casi rotaciones, el cuadro canario estaba haciendo daño al Baxi en carrera. Dos victorias consecutivas en liga avalaban a un Gran Canaria dispuesto a sacar colmillo para no abandonar la máxima categoría. Más intensidad y acierto evidenciaban la necesidad del Baxi de imprimir una marcha más para llegar con opciones a los diez últimos y aprovechar la fatiga de un equipo sin movimiento de banquillo.

Veinte por debajo en el electrónico y las de Lino sin dar su brazo a torcer. Apretaba A Malata transformada en caldera y la distancia a recortar menguaba a quince. Un espejismo momentáneo que culminó con 56-78 a falta del último asalto. No se acabó la gasolina al rival en los últimos diez y solo el acierto de Gala Mestres iluminaba al Baxi. Alnatas vio entonces la quinta y las locales emergieron para ponerse a ocho. Con Ndour expulsada y más de tres por delante podía soñar A Malata con la gesta.

Un aro pasado errado por Soriano complicaba la remontada. Lo pelaban de tres las locales por mediación de Aijanen y el fallo alejaba la oportunidad. Aplaudió la grada el esfuerzo de un equipo de armas tomar y nivel de élite.

Un partido según lo previsto: «El equipo puede estar orgulloso»

No pilló de sorpresa a Lino López el guion de partido establecido por Gran Canaria: «Sabíamos que iba a ser un partido muy duro, están a un gran nivel y sabíamos del potencial ofensivo», asevera el preparador que buscaba, ahonda, «hacer un partido de mucho desgaste y a un ritmo muy alto y llegar al último cuarto más frescas».

Entiende el técnico que así fue, pero el final del segundo cuarto y el arranque del tercero determinaron la balanza. «Vas al límite, pero el equipo puede estar muy orgulloso porque siguió peleando y fuimos capaces de meternos», concluye un Lino López que acarició la certificación de una salvación más que merecida.

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