La época prodigiosa del atletismo gallego

Xosé R. Castro FONDO NORTE

DEPORTES

Hannah McKay | REUTERS

10 mar 2024 . Actualizado a las 18:01 h.

Como en sus mejores tiempos. El atletismo gallego emulará a la generación de Barcelona 92 y apunta a colocar hasta seis atletas en los Juegos Olímpicos de París, lo que significaría igualar la delegación de Atlanta 96. La gran diferencia con aquella época es que los atletas de este córner del sur de Europa ya saben lo que es subir al podio olímpico y alguno de ellos tendrá opciones reales en la cita francesa.

Ana Peleteiro, Adrián Ben, Belén Toimil, Tariku Novales, Ester Navarrete y Antía Chamosa deben ser la armada gallega. Un sexteto que refleja los nuevos tiempos, porque combina saltos, lanzamientos, mediofondo y fondo, nada que ver con el elenco de la cita de la capital catalana, con cuatro fondistas (Estela Estévez, Alejandro Gómez, Carlos Adán y Carlos de la Torre) y tres lanzadores (Ángeles Barreiro, David Martínez y Julián Sotelo). También se ha producido un vuelco en cuestión de sexo, porque ahora son cuatro mujeres y entonces eran dos. De ellas, dos han vuelto tras la maternidad y han vuelto mejor que nunca.

Adrián Ben y Tariku Novales pertenecen a la misma generación, los dos se forjaron en el barro, el mismo escenario por el que pasó también la ahora maratoniana Ester Navarrete. Peleteiro, Belén y Antía, la más joven de todos, siguieron otro sendero para llegar al mismo lugar.

En el debe, que de los seis solo dos permanecen en Galicia. Ester sigue entrenando en Vigo con su técnico de toda la vida y Antía lo hace en Pontevedra. El resto hace tiempo que emigró. La lanzadora de peso, hacia León, que se ha convertido en su segunda casa, y los demás, hacia el centro de la meseta, con visitas puntuales a Etiopía en el caso del maratoniano. Pero más allá del lugar, los seis han hecho gala de su compromiso con el atletismo gallego y son el mejor escaparate para pensar que el futuro está asegurado.