Ronaldinho: 44 años y «tranqui por su camino»

Iván Díaz Rolle
Iván Rolle PISTA ROJA

DEPORTES

Elvis González | EFE

24 mar 2024 . Actualizado a las 20:59 h.

Estamos empeñados en decirle a la gente cómo debe comportarse. Todo aquel que no se ciñe a los estándares de conducta vive sometido a juicios constantes. Ha sido el caso de Ronaldo de Assis Moreira, Ronaldinho Gaúcho, durante los 44 años que cumplió este jueves.

Su reinado futbolístico fue tan intenso y breve que entre quienes lo disfrutaron se instauró la idea de que, con más dedicación, habría sido uno de los más grandes de todos los tiempos. Como a Rulo en su «Tranqui por mi camino», cuando comenzó su declibe en el Barcelona le pedían que visitase menos el bar, acudiese al gimnasio, cambiase de amigos y dejase el rock & roll.

Pero ese rock & roll, o más bien samba, con el que entendía la vida es lo que le permitió fascinar al mundo dentro de un campo de fútbol. El primer truco de Ronaldinho fue reírse siempre en un Camp Nou que a su llegada vivía en una amargura muy superior a la actual, luego inventó los regates imposibles que todo niño y niña intentó imitar en el patio del recreo y, por su personalidad y juego, se convirtió en el líder de un equipo blaugrana que ganó dos ligas consecutivas y la segunda Champions de su historia. En su palmarés luce también el Mundial 2002 con Brasil, una Serie A con el Milan, la Copa Libertadores con el Atlético Mineiro y un balón de oro. Nada mal para un vividor sin ganas de sacrificarse demasiado por el deporte.

Incluso retirado, Ronaldinho ha seguido contagiando su sonrisa a quienes fuimos niños en aquella primera década de los 2000. Su brutal performance para ganar un torneo en la cárcel de Paraguay donde terminó tras un lío con el visado también forma parte de su leyenda.

Como canta Rulo y la Contrabanda a los críticos, «si hubiera hecho caso, sería un tipo aburrido, me hubiera vuelto loco o me habría pegado un tiro».