La lesión de Diego Núñez conmociona al Viveiro: «Es un día fastidiado, tengo la rodilla como una pelota»

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«Sentí 'clac' y la rodilla se me fue», relata el habitual capitán celeste, que, con casi total seguridad, se perderá el tramo final de Tercera Federación
01 abr 2024 . Actualizado a las 18:10 h.Con casi total seguridad, Cantarrana no verá más veces de corto esta temporada al capitán y hombre más experimentado de un jovencísimo Viveiro. «Fui a tapar un tiro y al caer sentí ‘clac’ y la rodilla se me fue. No me dolía y traté de seguir jugando, pero ya no podía moverme», explica Diego Núñez Redondo (Lugo, 1991), cuyo KO a los 16 minutos acusó un equipo que cayó derrotado en el feudo del Arzúa, el destacado colista de Tercera Federación.
«Pinta feo. Es un día fastidiado. Tengo la rodilla como una pelota», explica un centrocampista que en la noche del domingo fue por su propio pie a Urgencias. «Me hicieron una placa y dicen que tengo un desgarro en el menisco. Dentro de lo que cabe, podría ser mucho peor, pero aún así, esta semana me pidieron reposo total y será imposible que juegue en las seis semanas que quedan de liga», explica.
Tras la exploración inicial, no obstante, Núñez se someterá a más pruebas para determinar la importancia real de su lesión. «Quería que me viese alguien de fútbol, así que hoy (por el lunes) fui al médico de la mutua y este martes me examinará nuestro excompañero Mauro Busi —ahora en el Lemos—, que es fisio», detalla con la esperanza de acortar los plazos iniciales y ayudar a sus compañeros dentro del campo «aunque solo sea en la última jornada».
Repescado por el Viveiro este verano tras contribuir al ascenso en el 2020 y pasar por Sarriana, Pol y Ribadeo, el lucense es una pieza clave en los esquemas de Alberto López. «Estaba encantado. Solo fui suplente el día del Arteixo y desde entonces llevaba 21 partidos jugando todos los minutos. Sentía la confianza del míster y de mis compañeros. Sé que no soy, ni mucho menos, el mejor técnicamente, pero trato de apretar los dientes y morder, tirar del carro», explica el habitual capitán del cuadro mariñano, titular en 26 de las 27 jornadas y autor de tres goles este curso.
A sus 32 años, Diego Núñez es el único futbolista que supera la barrera de los 26 en una plantilla que sufrió innumerables cambios en los últimos meses. «Sé que mi función va más allá de lo que hago en el campo. Cuando estuve aquí, ya coincidí con Rolle y Arturo, y conocía a Juan. Intento transmitir a los nuevos lo que significa tener al Viveiro en Tercera. Costó mucho volver a esta categoría y hay que valorarlo», cuenta un hombre cuya lesión llega en un momento en el que el grupo comenzaba a saborear los resultados de su trabajo.
«Llevamos ocho meses currando como cabrones y sé que no somos el mejor equipo, pero viendo los partidos, merecíamos mejores resultados. En esta segunda vuelta por fin se está viendo el fruto de nuestro trabajo», relata el mediocentro tras una intensa semana con tres jornadas de Tercera Federación.
«Llevamos ocho meses currando como cabrones y sé que no somos el mejor equipo, pero viendo los partidos, merecíamos mejores resultados. En esta segunda vuelta por fin se está viendo el fruto de nuestro trabajo»
«Quizás el tener tres partidos tan seguidos influyó algo en mi lesión...», lamenta antes de analizar los resultados celestes. «Aunque jugásemos en casa, el partido del Celta C era perdible porque es un equipazo. Fue una pena por cómo sucedió, pero no nos desmoralizó y conseguimos ir a ganar al Rápido de Bouzas, que es algo dificilísimo. Lo peor fue la derrota contra el Arzúa. Seguro que Alberto hará ver al equipo que es un baño de realidad, que, si no lo damos todo, nos gana hasta el colista», destaca.
«Ayudaré a la permanencia dentro o fuera del campo»
Los múltiples mensajes que recibe estos días Diego Núñez le desean una pronta recuperación y la mayoría destacan su trascendencia en Cantarrana: «Muchos me dijeron que sin mí el Viveiro no se salva, pero les contesto que no digan chorradas, que va a quedarse en Tercera igual».
«Muchos me dijeron que sin mí el Viveiro no se salva, pero les contesto que no digan chorradas, que va a quedarse en Tercera igual»
El lucense está mentalizado para contibuir a la permanencia en las siete jornadas finales «dentro o fuera del campo». «Voy a intentar estar con el equipo todo lo posible, ayudarles desde fuera. Quiero sumar, aportar mi experiencia, estar cerca de mis compañeros», destaca.
Los 11 y 20 puntos que tienen el Arzúa y el Pontevedra B les dejan unas muy ínfimas esperanzas de permanencia, mientras que ocho equipos separados por seis unidades están llamados a jugarse la otra plaza de descenso más los posibles arrastres por la comprometida situación del Racing Vilalbés y el Fabril en Segunda Federación. Estradense, con 36 puntos; Somozas, con 35; Polvorín y Rápido de Bouzas, con 33; el Barbadás, con 32; y el Paiosaco, Viveiro y Betanzos, con 30, son los conjuntos llamados a sufrir por mantener la categoría de aquí a final de temporada.
El Viveiro cuenta con un calendario relativamente esperanzador, pues jugará cuatro partidos en Cantarrana. Sus próximas tres citas serán ante rivales directos: recibe al Barbadás, visita al Polvorín y se mide al Estradense como local. Luego visitará al Silva antes de afrontar otro duelo clave ante el Betanzos en casa. Sarriana fuera y Arosa de local serán sus dos últimos rivales.