
Resistió los ataques de Hovland y DeChambeau para celebrar a los 30 años su primer grande en el PGA y dejar atrás dos segundos puestos
20 may 2024 . Actualizado a las 22:20 h.El Campeonato de la PGA nos deja muchas lecturas positivas, empezando por el triunfo de Xander Schauffele. Gana su primer grand slam un jugador que había estado cerca de apuntarse un major al menos en otras dos ocasiones, pero al que le faltaba redondear una actuación estelar. Y esta vez lo consiguió con todo merecimiento, después de cuatro días de juego brillante y mucha regularidad. En general vimos un torneo precioso, en un campo de Valhalla que permitió un espectáculo formidable, incluso, también, en unas condiciones de juego muy favorables.
EL CAMPEÓN
Multitud de aciertos y un solo error estratégico
A lo largo de cuatro días de competición, se toman multitud de decisiones y se ejecutan cientos de golpes. De la actuación de Schauffele el domingo destacaría sus putts en dos momentos clave, en el 6 y el 7, cuando le presionaban Bryson DeChambeau y Viktor Hovland, y también su reacción en el 11 como un gran campeón, jugando a la bandera y luciéndose, después de un fallo doloroso en el 10. Este fue su único error, que le hizo perder momentáneamente el liderato, cuando desde el bunker eligió pegar una madera en lugar de un hierro corto, cuando, con esa decisión tan arriesgada, tenía mucho que perder y poco que ganar. En todo caso, ese instante ahora no deja de ser la excepción a una actuación espectacular.
EL SUBCAMPEÓN
DeChambeau, valiente, agresivo, muy atractivo para el espectador
DeChambeau estuvo genial, jugando agresivo, atacando desde atrás al líder y dando espectáculo. Como hizo al embocar un putt de muchísima tensión e importancia en el 18, que podía forzar el desempate. Es un jugador muy atractivo de ver y celebrará más grandes victorias.
EL ANIMADOR
Viktor Hovland atacó durante todo el día
Valiente, natural, correcto, Viktor Hovland es una maravilla para el golf, y ganará pronto un grande. El domingo protagonizó los mayores ataques a Schauffele durante los primeros nueve hoyos.
LOS DERROTADOS
Los jugadores del LIV, salvo el segundo clasificado, sufren, como le pasa a Rahm
Lo veníamos apuntando en anteriores grand slams. A la mayoría de los jugadores del LIV Golf les cuesta competir en los grandes, cuando la tensión es enorme. Se han acostumbrado a jugar torneos sin tanta competitividad y en un ambiente casi de exhibición, y luego no son capaces de cambiar el chip, de activarse, durante los majors contra rivales que sí se enfrentan a esa exigencia todas las semanas en el PGA Tour. Un buen ejemplo de este problema es Jon Rahm, al que se ve que le falta chispa, garra, tensión. Confiamos en que la recupere. Esta vez la excepción fueron DeChambeau y, en menor medida, Dean Burmester, los dos únicos hombres LIV en el top 25. Muy pobre.
El circuito de capital árabe tiene muchos veteranos, y creo que necesitaría incorporar a más estrellas. Dinero, desde luego, no le va a faltar. Pero la situación actual es insostenible porque, mientras no se firme la paz entre los principales circuitos, las verdaderas figuras durante la mayor parte de la temporada no coinciden en los mismos eventos, las audiencias se resienten y las inversiones se vuelven insostenibles.
EL ESCENARIO
Valhalla, el mejor diseño de Jack Nicklaus
Valhalla, en Louisville, es probablemente el mejor diseño de un campo de golf de Jack Nicklaus, y con toda seguridad lo es entre los que he podido jugar yo. Es cierto que el recorrido, con las lluvias acumuladas, se volvió más asequible de lo que se pretendía con su preparación, al tener greenes muy receptivos. Si hubiesen estado más duros, son plataformas muy movidas y difíciles. Pero incluso estando el campo más fácil, propició un espectáculo y una pelea de birdies muy emocionante. También así, el escenario exige emplear golpes muy variados, lo que hace a los torneos muy vistosos.