El Real Madrid, a por la decimoquinta Liga de Campeones

Óscar Bellot ENVIADO ESPECIAL / COLPISA

DEPORTES

DPA vía Europa Press | EUROPAPRESS

El club blanco, favorito en Wembley frente al asombroso Dortmund, apela a una máxima de la Mamba Negra para evitar un exceso de confianza

31 may 2024 . Actualizado a las 20:02 h.

«Job’s not finished», dijo Kobe Bryant después de que los Lakers se situasen 2-0 arriba en las Finales de la NBA que les midieron a los Magic en el 2009. «El trabajo no está terminado», reiteraba quince años más tarde un buen aficionado al baloncesto como Tchouaméni justo después de que el Real Madrid certificase el título de Liga y se aprestase a encarar la vuelta de semifinales de la Champions contra el Bayern.

Wembley, escenario en siete ocasiones anteriores del duelo decisivo por la orejona, acogerá una final aparentemente desnivelada entre el Real Madrid, gran emperador del Viejo Continente, y el Borussia Dortmund, que aspira a sentar las posaderas en el trono europeo por segunda vez en su historia para tomarse así de paso la revancha por el asalto infructuoso que realizara hace once años frente al Bayern.

Los coraceros de Edin Terzic, pertinaces rebeldes que lideraron el denominado grupo de la muerte para liquidar después a PSV, Atlético y PSG, aspiran a completar en Londres su particular cuento de hadas y dejar con la miel en los labios al rey de la colmena, que deberá igualar al menos la intensidad del aguerrido cuadro renano para salir airoso de un encuentro en el que los blancos lidian con la trampa del favoritismo.

Por ello, la consigna ha sido clara estos días en Valdebebas: nunca hay que vender la piel del oso antes de cazarlo. El Dortmund ha demostrado llevar grabado a fuego el lema de otro fallecido mito del deporte como Mohamed Ali en el maravilloso trayecto que le ha conducido hasta la ciudad del Big Ben: sus futbolistas flotan como mariposas y pican como abejas.

Los aurinegros, campeones en 1997, han dejado intacto su arco en seis de los doce partidos que han disputado en la presente edición del torneo, son el equipo que más balones ha recuperado (529) y el que más duelos ha ganado (207). Datos que exponen el ulceroso rostro de una escuadra que tiene en el sacrificio colectivo uno de sus puntos fuertes, dispone de dos puñales por bandas como Adeyemi y Sancho, un panzer en el área como Füllkrug y el poderosísimo empuje de un Muro Amarillo que contrapondrá su capacidad intimidatoria al dictatorial gobierno del Real Madrid en la Champions.

Los blancos han forjado un carácter prácticamente invencible en este tipo de citas, con catorce victorias en los diecisiete asaltos definitivos que han afrontado en busca de la orejona y un balance inmaculado las ocho últimas veces que han subido al ring. Seguir sin besar la lona es el propósito con el que comparecen los púgiles de Carlo Ancelotti en el cuadrilátero más formidable de Inglaterra para poner el broche a una temporada que, en caso de victoria en Wembley, sería de matrícula.