España tiene que jugar bien para ganar este tipo de partidos, lógicamente, por la clasificación y por el rival. Ha tenido que hacer muchas cosas bien para generar fútbol, sabiendo como es Italia y su fútbol, especialmente oficioso y brillante en defensa. Aunque luego los jugadores no sean hábiles, son muy competitivos y difíciles de ganar.
La selección ha tenido que hacerlo todo a la perfección desde el primer minuto hasta el último para ser capaz de vencer: defensa, ataque, generación de fútbol, ocasiones de gol... Es cierto que Italia no es una selección con grandes individualidades, pero, como equipo, es muy rocoso atrás.
La calidad en cada posición del equipo de España es muy importante para la idea de fútbol que tiene el seleccionador. En las bandas, Nico Williams y Lamine Yamal son los dos futbolistas más desequilibrantes; arman jugadas rápido, regatean, centran... Tienen además mucha llegada; una vez estos jugadores tienen el balón, la segunda línea les acompaña.
Son dos futbolistas muy importantes y hoy han estado muy bien, especialmente Nico, que estuvo espléndido. Acabó fundido después de su gran esfuerzo. Ambos jugadores marcan la diferencia, ya no en el equipo, sino en la Eurocopa. Se habla muchísimo de ellos de forma totalmente justificada.
El centro del campo de España, por su parte, tiene el control y llevar la manija del juego, marcar los tiempos. Estos jugadores son especialistas en ello, sobre todo Rodri, que es el que da equilibrio en defensa y ataque, acompañando a todos los jugadores. La selección funciona como un reloj y los futbolistas están rayando a un grandísimo nivel en estos partidos.
Lógicamente, los que más brillan son los más desequilibrantes, pero también están esos que parece que brillan menos, como Pedri o Rodri, pero que son, igualmente, fundamentales.
Al final, Italia se lanzó a por el empate y España supo sufrir. Ellos son especialistas en esto, en no darse nunca por vencidos. Sin embargo, son los actuales campeones de Europa y no han pisado los dos últimos mundiales. Compiten pero son una incógnita. Por ejemplo, en 1982 hicieron una primera fase desastrosa y terminaron ganando el Mundial con un fútbol brillante.
Es fundamental hacer las cosas bien para que Italia no sea capaz de meterte mano; controlan los tiempos, saben apretar, entienden los roles de cada jugador... En este partido, los italianos tuvieron mala suerte en el gol, pero España pudo haber agrandado la diferencia.