El combinado nacional es favorito, pero tiene muy presente el recuerdo de Marruecos en el Mundial y las dificultades que plantea la eliminatoria
30 jun 2024 . Actualizado a las 18:50 h.Nadie esperaba un cruce de octavos de apariencia tan sencilla para España. Georgia es una perita en dulce con la que todos los internacionales hubieran firmado jugarse el pase a cuartos. Porque son debutantes en el torneo, porque fueron cuartos en el grupo de clasificación y llegaron a Alemania vía Liga de Naciones, porque el combinado nacional los despachó con diez goles en dos partidos (1-7 en Tiflis y 3-1 en Valladolid) y porque el grupo de Luis de la Fuente ha sido de largo el mejor equipo del torneo. Pero por el espejo retrovisor se mira a lo sucedido en el último Mundial con Marruecos. Otra previa de claro favoritismo español, pero que acabó en tragedia.
La de Alemania es la decimotercera vez que se juega una ronda de octavos en un Mundial (diez ocasiones) o en una Eurocopa (tres). La de hoy en Colonia es la número once para España (solo ha fallado en las Copa del Mundo Francia 98 y Brasil 14). Nunca se había encontrado un rival contra el que presenta una superioridad tan abrumadora. España es octava en el ránking mundial mientras que para encontrar a Georgia hay que bajar hasta el puesto 74. Por comparar, en las otras dos rondas de octavos de la Euro, España ganó en 2020 a Croacia (9 en el ránking) y cayó en 2016 con Italia (10). En los Mundiales se ha medido en esta fase a rivales mucho más poderosos que los caucásicos: Marruecos (12), Rusia (33), Portugal (6), Francia (2), Suiza (19), Yugoslavia y Dinamarca (21). Irlanda, la 60, era hasta hoy lo más bajo. Fue en el Mundial Japón-Corea del Sur y la selección de Camacho las pasó canutas para seguir tras la tanda de penaltis.
Se mire por donde se mire las diferencias son enormes. El valor total de la plantilla georgiana es de 161 millones, pero entre Kvaratskhelia (Nápoles, 80) y Mamardashvili (Valencia, 35) suponen la mitad. Es la 20 entre 24 participantes. España es la cuarta con 965 millones, seis veces más. Eso sí, Mamardashvili quiso salir a calentar el partido al proclamar a los cuatro vientos que «Kvaratskhelia es mejor que todo España». El partido solo tiene un peligro, que la victoria se da por descontada y que caer, por tanto, entraría probablemente en el catálogo de mayores batacazos de la historia del fútbol nacional.
El fútbol está lleno de momentos en los que un equipo muy inferior se lleva el triunfo. El sentido de la deportividad obliga a buscar una rendija que dé opciones a los georgianos. Y aquí hay que citar a sus tres figuras, el portero Mamardashvili (Valencia), quizá el mejor del torneo hasta ahora, y los atacantes Kvaratskhelia (Nápoles) y Mikautadze (Metz), máximo goleador del torneo con tres dianas. Además, los caucásicos cuentan con la baza de no tener nada que perder y añaden el valor de estar protagonizando un momento histórico. Por si no fuera suficiente, el ex primer ministro y el mayor magnate del país, Bidzina Ivanichvili, con una fortuna de 5.000 millones, les ha dado diez por ganar a Portugal y promete otros tantos por superar a España.
En el hotel en Donaueschingen se habla mucho estos días de Marruecos. Las fuentes consultadas destacan que lo sucedido en el Mundial de Catar está muy presente entre los jugadores. Era otra eliminatoria de octavos con un favoritismo muy claro. Aquello acabó en desastre en los penaltis y se llevó por delante a Luis Enrique. Como Marruecos, Georgia se basa en un gran portero y se atrincherará atrás a la espera de cazar alguna ocasión al contragolpe. Por eso es importante que España logre que se siga jugando a lo que ella quiere, a presionar muy fuerte arriba, robar rápido, desbordar y centrar desde los costados. Si, como se espera, De la Fuente mantiene en el once a Laporte, buscará los octavos con el equipo que apabulló a Italia.