El técnico riojano no arriesgó con los cambios y reforzó con músculo el centro del campo cuando más apretaba Francia
09 jul 2024 . Actualizado a las 23:30 h.Después de haber sido discutida su labor en los cambios del partido ante Alemania, Luis de la Fuente no pecó de conservador en el planteamiento del partido de semifinales ante Francia. El sólido bloque que presenta el cuadro español solo se vio modificado por las bajas obligadas de Pedri, por lesión, y de Carvajal y Le Normand, sancionados.
El infatigable Dani Olmo ocupó la posición del canario, mientras que el incombustible Jesús Navas sustituyó al lateral madridista y Nacho hizo lo propio con Le Normand. El esquema, el mismo; las sensaciones, similares.
Jesús Navas, el más veterano de esta selección con 38 años a sus espaldas, formó un delicioso tándem con Lamine Yamal (22 años más joven) y solo cometió un error: el que propició centro de Mbappé que derivó en el tempranero tanto de Kolo Muani.
Junto a Lamine Yamal, que empató el choque con un tanto que pasará a la historia, estaba Dani Olmo, cuestionado al inicio del torneo y renacido con la confianza del míster. Tres goles y dos asistencias para el mediapunta del Leipzig, números solo a la altura de leyendas como David Silva. Ya en la segunda mitad, Luis de la Fuente agitó el árbol de forma obligada; Navas, que vació el tanque de gasolina para secar a Mbappé, se marchó al banquillo. En su lugar, un Dani Vivian que apuntaló la zaga y desplazó a Nacho al carril. España no pasó apuros, pero la energía empezaba a escasear.
Dos txuri-urdin para la recta final
Ya con los tres jugadores del Athletic sobre el campo, De la Fuente aportó más acento vasco al equipo; se marcharon Dani Olmo y Morata, desdichado de cara a puerta pero incansable en la presión, y entraron en su lugar dos txuri-urdin: Mikel Merino y Mikel Oyarzabal.
La entrada del delantero eibarrés aportó dinamismo y buen trato de balón al ataque; la del centrocampista pamplonés, ímpetu y garra en ambas facetas del juego. Merino, héroe en Stuttgart ante Alemania, no pudo repetir gesta, pero sí cuajó veinte minutos excepcionales tanto en la creación como en la contención de los contados avances galos.
Con Rodri Hernández, el gran faro del centro del campo de la selección, fundido, todo apuntaba a que Zubimendi ocuparía su lugar para el tiempo de descuento; sin embargo, De la Fuente apostó por conservar al pivote madrileño y dar salida, cuando todo el pescado parecía vendido, a los dos grandes agitadores de este equipo: Lamine Yamal y Nico Williams. En esta ocasión, la libreta no traicionó al de Haro, que contará con una lista de efectivos más halagüeña para la final.