Si pierde España, que sea así

DEPORTES

Paul Terry / Zuma Press / Contac | EUROPAPRESS

12 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Con cierto apuro, afónico por su pelotazo teledirigido a la escuadra de la portería francesa, un colega pregunta a Lamine Yamal qué recuerda de la última Eurocopa que ganó España. Era el 2012, el osado zurdo de Rocafonda tenía cuatro años, y Jesús Navas ya corría la banda en la selección española.

Desde el último gran baile en Kiev de los Xabi Alonso, Iniesta, Xavi, Silva y compañía —retratado para la eternidad con un contundente 4-0 a Italia— transcurrieron 12 años, unos cuantos mazazos y un sinfín de debates mientras otros conjuntos acaparaban la gloria.

El tiqui-taca que elevó a España se despreció ante el éxito de selecciones como Francia, llena de talento, pero sostenida por su poderío físico y solvencia defensiva, o una Argentina que pasó de debates estilísticos con Lionel Scaloni al mando, se aferró a su pasión y supo generar un contexto para el lucimiento de Leo Messi. El dominio de un Real Madrid de atletas terminó de sentenciar el modelo de posesión ante la opinión pública.

Más allá de vídeos en Youtube o algún reportaje televisivo, Lamine Yamal ni siquiera vio cómo la selección conquistó el fútbol de la mano de Luis Aragonés y Vicente del Bosque, pero a sus 16 años —cumplirá 17 este sábado— recuerda con su descaro cómo lo hizo a los más despistados. España disfruta cuando abraza su diversidad, aparca los egos y los jugones se asocian. Así llegaron sus mejores victorias y así vuelve a soñar con la eternidad este domingo en la gran final de la Eurocopa frente a Inglaterra. Conviene no olvidarlo cuando los implacables resultados vuelvan a enemistarse con este equipo.